El linfoma no Hodgkin es un tipo de cáncer que se origina en los glóbulos blancos o linfocitos que forman parte del sistema inmunitario. Generalmente comienza en los ganglios linfáticos, pero también puede afectar otras partes. Los principales sitios de tejidos linfáticos son los ganglios linfáticos, el bazo, la médula ósea, el timo, las adenoides, las amígdalas y el tracto digestivo.
Se sabe comúnmente que el linfoma no Hodgkin afecta a personas mayores en el grupo de edad de más de 50-60 años. Sin embargo, también puede afectar a personas más jóvenes. También es más común en hombres que en mujeres. Tener un familiar de primer grado (padre, madre o hijo) lo pone en mayor riesgo de comenzar un linfoma no Hodgkin; Sin embargo, no es una condición heredada. Ningún estudio ha demostrado factores genéticos involucrados en la transmisión de genes de linfoma en las familias. Es posible que los hermanos estén expuestos a enfermedades y afecciones similares que los hacen propensos a desarrollar linfomas. Solo el 5% de los casos de linfoma muestran algún vínculo con otro miembro de la familia, mientras que el linfoma no Hodgkin no muestra ningún vínculo familiar. Otros factores de riesgo para el desarrollo de linfoma son la infección con el virus de Epstein-Barr, el virus del linfoma de células T humano y el virus de la inmunodeficiencia humana.
Los signos de linfoma no Hodgkin incluyen inflamación de los ganglios linfáticos en la ingle, las axilas o el cuello, dolor en el abdomen o inflamación abdominal, dolor en el tórax , tos y dificultad para respirar, fiebre, anemia , sudores nocturnos , fatiga severa, Picazón en la piel y pérdida de peso inexplicable.
Diagnóstico del linfoma no Hodgkin
El médico realizará un examen físico completo y buscará cualquier signo que indique un linfoma no Hodgkin, especialmente la presencia de ganglios linfáticos inflamados en las axilas, la ingle y el cuello. También se realiza un examen abdominal para descartar hinchazón en el hígado o el bazo. La mayoría de las veces, los ganglios linfáticos inflamados son síntomas de infección, pero se debe identificar la causa o la fuente de la infección.
Un historial médico completo es muy importante para eliminar otras condiciones. Los análisis de sangre (hemograma completo) se realizan cuando se conoce el recuento de glóbulos blancos. También es importante realizar una prueba adicional para verificar el nivel de lactato deshidrogenasa, que se encuentra en el linfoma no Hodgkin. También se pueden realizar otras pruebas de rutina para eliminar otras causas de infección.
Los procedimientos de imágenes, como la tomografía computarizada o la radiografía de tórax o cuello, también son útiles para detectar tumores. La PET también se está utilizando ampliamente en estos días para detectar el linfoma no Hodgkin. Se puede prescribir una biopsia de los ganglios linfáticos para establecer un diagnóstico.
Tratamiento del linfoma no Hodgkin
Antes de que comience el tratamiento del linfoma no Hodgkin, es necesario saber hasta qué punto ha progresado el linfoma. Puede clasificarse en cuatro etapas según su propagación y participación de otros órganos. También puede causar síntomas y algunas veces puede estar presente sin síntomas de fiebre, sudores nocturnos y picazón.
Un oncólogo suele ser el que evalúa la afección del paciente con linfoma no Hodgkin y luego comienza el tratamiento. El plan de tratamiento depende del tipo y la etapa del linfoma no Hodgkin, su progresión y la edad del paciente.
Un linfoma no Hodgkin de crecimiento lento sin síntomas no requiere tratamiento de inmediato. Es necesario vigilar de cerca al paciente por el desarrollo de síntomas y seguimiento. Si los síntomas aparecen, la terapia generalmente consiste en quimioterapia y terapia biológica. Las etapas 1 y 2 se manejan con radioterapia. Si el linfoma no Hodgkin es agresivo, se requiere una combinación de quimioterapia, terapia biológica (anticuerpos monoclonales, rituximab, ciclofosfamida, clorhidrato de doxorubicina, sulfato de vincristina) y radioterapia. El trasplante de células madre también se realiza cuando el linfoma no Hodgkin regresa después del tratamiento. En este caso, las células madre sanas se toman de un donante y se inyectan en el paciente para mejorar el sistema inmunológico del paciente. La radio-inmunoterapia incluye el uso de ibritumomab (zevalin) y
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Soy un Neuroanestesiólogo y Especialista en el Tratamiento del Dolor. Me otorgaron el Premio Nacional de Medicina 2018. Soy CEO y fundador de la Unidad Internacional del Dolor de Madrid y editor de Journal Pain Management and Therapy. También es asesor y crítico del AIUM (Instituto Estadounidense de Ultrasonidos en Medicina) y miembro del Comité Organizador de las World Pain Conferences.
Tengo más de diez años de experiencia con terapias regenerativas que incluyen células madre mesenquimales, plasma rico en plaquetas, factores de crecimiento, transferencias de grasa y ácido hialurónico. Inicié Dolor-drdelgadocidranes.com para difundir el conocimiento y la conciencia.