Los antibióticos y la leche materna son dos sanadores muy poderosos. Si bien los antibióticos nos protegen de muchas infecciones bacterianas y nos mantienen seguros, lo mismo aplica para la leche materna en los bebés, ya que es la única fuente de nutrición para el bebé. Si bien no hay duda de que tanto los antibióticos como la leche materna son buenos para combatir las infecciones, se debe tener en cuenta que no se gelifican bien juntos. Esto significa que una mujer que está amamantando debe evitar tomar antibióticos.
Se han realizado varios estudios que demuestran que algunos compuestos del antibiótico pueden transmitirse al bebé a través de la leche materna, lo que puede afectar negativamente la salud general y el desarrollo del niño de los cuales algunos afectos pueden ser permanentes.
¿Por qué deberían evitarse los antibióticos cuando se amamanta?
La primera razón para evitar el uso de antibióticos durante la lactancia es que los antibióticos eliminan todas las bacterias presentes en el intestino del niño, algunas de las cuales son buenas bacterias esenciales para el crecimiento y desarrollo del sistema inmunitario de un niño.
La leche materna aumenta la cantidad de bacterias buenas en el bebé, lo cual es bastante esencial para el desarrollo del sistema inmune del bebé. Con el uso de antibióticos, todas estas bacterias, buenas o malas, se destruyen comprometiendo no solo la salud general del niño sino también su desarrollo y pueden hacer que el niño sea propenso a las infecciones frecuentes.
Los bebés que se exponen a los antibióticos a través la leche materna también está en riesgo de obesidad más adelante en la vida. Las buenas bacterias que están presentes en el niño a través de la leche materna ayudan a controlar la producción de ácidos grasos que está indirectamente relacionada con el sistema digestivo del cuerpo. Si el niño está expuesto a antibióticos, estas buenas bacterias se destruyen y la producción de ácidos grasos se ve restringida y compromete el funcionamiento del sistema digestivo, lo que puede ocasionar obesidad desde muy temprano en la infancia.
También se recomienda no utilizar antibióticos en niños hasta que el pediatra lo prescriba, ya que puede representar un riesgo importante para la salud del niño. No solo aumenta el riesgo de somnolencia cuando el niño duerme durante períodos prolongados de tiempo, sino que también lo predispone a un malestar estomacal y en algunos casos incluso a convulsiones o convulsiones. Por lo tanto, se recomienda no usar antibióticos en niños a menos que lo prescriba el pediatra.
En resumen, cualquier niño que se expone a antibióticos a través de la leche materna o de otro modo corre un riesgo significativo de tener problemas de salud y también puede afectar su desarrollo algunos pueden ser permanentes, especialmente cuando los antibióticos ingresan al cuerpo del niño a través de la lactancia.
Por lo tanto, se puede decir que el uso de antibióticos en mujeres lactantes no es seguro.
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Soy un Neuroanestesiólogo y Especialista en el Tratamiento del Dolor. Me otorgaron el Premio Nacional de Medicina 2018. Soy CEO y fundador de la Unidad Internacional del Dolor de Madrid y editor de Journal Pain Management and Therapy. También es asesor y crítico del AIUM (Instituto Estadounidense de Ultrasonidos en Medicina) y miembro del Comité Organizador de las World Pain Conferences.
Tengo más de diez años de experiencia con terapias regenerativas que incluyen células madre mesenquimales, plasma rico en plaquetas, factores de crecimiento, transferencias de grasa y ácido hialurónico. Inicié Dolor-drdelgadocidranes.com para difundir el conocimiento y la conciencia.