Lesiones de Popliteus: síntomas, tratamiento, masaje deportivo, AINE, tirantes

¿Qué es la lesión de Popliteus?

La poplítea es un músculo pequeño que está presente en la región posterior de la articulación de la rodilla y casi cruza horizontalmente la parte posterior de la articulación. Este músculo se utiliza para la rotación interna del hueso de la espinilla y para desbloquear la articulación de la rodilla cuando un individuo dobla la rodilla desde una posición completamente recta. El suministro nervioso del músculo poplíteo es el nervio tibial. La lesión en el músculo poplíteo suele ser una lesión por uso excesivo que produce un aumento del tono o la rigidez muscular. Mala biomecánica, entrenamiento defectuoso y tendones isquiotibiales tensos son las causas más comunes. Una caída o un tackle en los deportes donde la rodilla se estira en exceso da como resultado la rotura del músculo poplíteo.

Síntomas de las lesiones de Popliteus

  • Dolor presente en la parte posterior de la articulación de la rodilla.
  • El dolor puede ser repentino o desarrollarse gradualmente a lo largo del tiempo.
  • La palpación del músculo causa dolor o sensibilidad.
  • La flexión de rodilla resistente produce dolor o malestar.
  • Una de las características comunes de la lesión del poplíteo es el tendón isquiotibial músculos.
  • Si el poplíteo se aprieta significativamente, entonces la extensión completa de la rodilla puede estar ausente o incómoda.

Tratamiento de las lesiones poplíteas

  • Descanso de las actividades irritantes.
  • Estiramiento de los isquiotibiales.
  • La lesión debería debe ser evaluado por un especialista en deportes y debe realizarse una imagen si es necesario.
  • Se pueden realizar técnicas de masaje deportivo para el músculo.
  • AINE (antiinflamatorios) como ibuprofeno ayuda en el dolor y la inflamación.
  • Se puede realizar la aplicación de ultrasonido.
  • Se pueden aplicar compresas frías para reducir el dolor y la inflamación.
  • Se puede utilizar una rodillera para brindar apoyo a la rodilla.
  • inscribirse en un programa de rehabilitación para fortalecer tanto el cuádriceps como los isquiotibiales.
  • Los corredores o los atletas deben envolver sus rodillas antes de emprender cualquier actividad extenuante a fin de mantener sus poplíteos estables y así reducir las posibilidades de lesión. Los atletas también deben asegurarse de que sus zapatos tengan un buen soporte para el tobillo. Correr cuesta abajo debe evitarse.
  • También se pueden administrar inyecciones de corticosteroides.
  • Si la lesión es grave y todas las medidas anteriores fallan, puede ser necesaria la cirugía.

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