¿Las estatinas dañan el hígado?

Las estatinas son medicamentos que se administran a personas que tienen niveles altos de colesterol en la sangre. Este medicamento salva vidas en muchos casos ya que previene el riesgo de un ataque al corazón.

Sin embargo, algunas estatinas se asocian con efectos indeseables y una pregunta frecuente es si las estatinas dañan el hígado. Este artículo trata sobre el uso de las estatinas, sus efectos y si existe o no daño al hígado.

Aunque se considera que las estatinas son altamente efectivas en la práctica médica, se han asociado con ciertos daños al cuerpo. Algunos de los efectos indeseables comúnmente discutidos de las estatinas son dolores musculares, problemas digestivos y confusión mental, y en casos extremadamente raros, daño hepático. La inflamación del hígado debido a las estatinas es la principal preocupación en particular, lo que probablemente ha llevado a las preguntas: ¿las estatinas dañan al hígado?

La corriente principal de este medicamento incluye atorvastatina (la más comúnmente prescrita), fluvastatina. lovastatina, pitavastatina, pravastatina, rosuvastatina y simvastatina.

Efectos de las estatinas en el hígado

Las estatinas se consideran entre las más seguras, se han estudiado sus efectos en gran medida. Un médico prescribe un medicamento de estatina en particular solo después de evaluar los beneficios en comparación con los posibles efectos secundarios. Sin embargo, antes de recetar este medicamento, el médico puede consultar sobre cualquier otra afección médica, problemas hepáticos o medicamentos en curso. También pueden pedirle al paciente que se haga una prueba de hígado, principalmente porque, en algunos casos, el uso de estatinas podría causar un aumento en el nivel de ciertas enzimas que indican la inflamación del hígado. Entonces, cuando preguntas, ¿las estatinas dañan el hígado? La respuesta es posiblemente, en algunos casos, dependiendo de la salud y otros factores del paciente.

Dos enzimas hepáticas en particular, ALT (alanina aminotransferasa) y AST (aspartato aminotransferasa) pueden estar ligeramente elevadas, pero no hay razón para una alarma a menos que el aumento sea tres veces el límite superior del rango normal. Es solo en tal caso que se detiene el uso de la estatina. En resumen, si bien existe una pequeña posibilidad de dañar el hígado, el seguimiento y monitoreo regulares pueden ayudar.

Además, si las estatinas dañan el hígado, de alguna manera, no es de naturaleza permanente. La mayoría de los efectos desaparecen una vez que se detiene el uso del medicamento y los informes vuelven al rango normal. A veces es un tipo particular de estatina que no se tolera bien o puede mostrar efectos particulares. En tales casos, si se cambia la marca, los efectos positivos de las estatinas siguen siendo los mismos y, sin embargo, los efectos negativos se manejan bien. Esta puede ser una de las formas en que se puede reducir la posibilidad de que las estatinas dañen el hígado. Pero una vez más, el consejo y la prescripción del médico es una necesidad para cualquier cambio.

¿La investigación sobre las estatinas daña el hígado?

Ha habido una gran investigación, estudio y análisis de pacientes para determinar el efecto de la estatina y responder a la pregunta, ¿cómo dañan el hígado las estatinas? Según las investigaciones, hay un caso muy raro en el que las estatinas han provocado daño hepático, y no hay absolutamente ninguna forma de que se pueda confirmar que una determinada insuficiencia hepática se debió únicamente al uso del medicamento. Una de las principales conclusiones de tales investigaciones fue que no hay evidencia concreta de muerte por insuficiencia hepática causada por el tratamiento con estatinas. 
Pero dado que el uso de estatinas puede contribuir al aumento de los niveles de enzimas, vigilar el rango de estas enzimas, es decir, ALT y AST es la mejor manera de continuar usando las estatinas por sus beneficios.

A veces, sin embargo, las personas pueden experimentar ciertos síntomas indeseables con el uso de estatinas. Si hay síntomas como dolor muscular, fatiga inusual , pérdida de apetito , dolor en la parte superior del abdomen, orina de color oscuro o piel amarillenta, o cualquier signo que apunte a problemas hepáticos, se debe consultar a un médico.

Conclusión

Para concluir, las estatinas han sido extremadamente efectivas y seguras y tienen el crédito no solo de la reducción de los riesgos cardiovasculares, sino también en la prevención de ciertos tipos de cáncer. El riesgo de un posible daño al hígado con el uso de estatinas se puede controlar con un monitoreo regular y una evaluación médica. Es mejor controlar las funciones hepáticas antes de iniciar el uso de estatinas y continuar durante el tratamiento. Por lo tanto, la cuestión de si las estatinas dañan al hígado puede tratarse de manera efectiva con la atención médica adecuada.

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