¿Qué vitaminas son buenas para el hígado y los riñones?

El hígado constituye la glándula más grande en un cuerpo humano y un órgano interno principal. Viene con la capacidad de regenerarse a sí mismo. Sus funciones principales incluyen la secreción de bilis, el almacenamiento de vitaminas, la coagulación de la sangre y la destrucción de bacterias dañinas. El hígado también desempeña el papel de un agente de desintoxicación, ya que elimina sustancias tóxicas en los intestinos y los riñones.

Los riñones son responsables de mantener el equilibrio general del agua en el cuerpo humano, ayudan a mantener el equilibrio químico general y la eliminación de productos de desecho. Son los dos órganos en forma de frijol, que extraen los productos de desecho de la sangre humana y los fluidos del cuerpo para permitir la formación de la orina y ayudar en otras funciones a realizar por el cuerpo humano. De hecho, tanto el hígado como los riñones son órganos importantes del cuerpo humano y desempeñan una función primordial para conservar la buena salud y la longevidad.

¿Qué vitaminas son buenas para el hígado y los riñones?

Es muy esencial para un ser humano ingerir las siguientes vitaminas necesarias para asegurarse de que el hígado y los riñones desempeñan sus funciones de manera efectiva durante toda la vida de una persona.

Vitamina B6: La vitamina B6 es mucho esencial para los riñones y el hígado sanos Es una vitamina soluble en agua y tiene un papel clave para convertir los carbohidratos en energía conservadora y eliminar las toxinas presentes en el cuerpo. Las personas pueden obtener vitamina B6 de varias fuentes saludables, como brócoli, nabos, huevos, queso, pescado y leche. Además, la vitamina B6 tiene un papel primordial en el mantenimiento de un sistema inmunológico saludable, el metabolismo de las proteínas y la reducción de cálculos renales.

Vitamina C: La vitamina C es un tipo de vitamina hidrosoluble que estimula la producción de varias enzimas desintoxicantes y la absorción de hierro con el objetivo de proteger el hígado. Incluso ayuda a prevenir y disolver cálculos renales. Además, la ingesta de vitamina C en combinación con el complejo de vitamina B reduce los trastornos hepáticos, como la hepatitis y la cirrosis. Pomelo y naranjas, junto con kiwi, pimiento rojo, brócoli y piña forman las principales fuentes de vitamina C.

Vitamina D: La vitamina D es un tipo de vitamina soluble en grasa y es esencial para la absorción de calcio para asegurarse de la inmunidad saludable de una persona. De acuerdo con la opinión de los dietistas, es casi imposible absorber el calcio de la dieta sin la presencia de vitamina D. Las personas que sufren problemas hepáticos y quieren obtener riñones saludables definitivamente obtendrán beneficios de la vitamina D. Además, la vitamina D tiene un papel primordial para reducir la progresión de varios problemas hepáticos crónicos. Los seres humanos pueden obtener vitamina D a través de la exposición a la luz solar directa. Además, la vitamina D está disponible en diferentes fuentes de alimentos, que incluyen vegetales verdes, de hoja y oscuros, aceites de pescado, leche, cereales fortificados y huevos.

Vitamina E: La vitamina E es otra soluble en grasas vitamina que previene la oxidación de la vitamina A y otros ácidos grasos importantes dentro de la célula. Al ser un antioxidante, ayuda a la desintoxicación del hígado y a descomponer las grasas. Según los médicos y nefrólogos, los altos medicamentos o dosis de vitamina E desempeñan un papel primordial para reducir la presión arterial, particularmente en pacientes que padecen problemas renales. Además, la suplementación dietética que consiste en vitamina E reduce el estrés oxidativo y, a su vez, ralentiza la progresión de los problemas renales. Las fuentes saludables asociadas con la vitamina E son la espinaca, el brócoli y las nueces.

Leave a Comment