La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal). Es una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo se considera a sí mismo como cuerpo extraño y lo destruye. Para comprender la fisiopatología de la esclerosis múltiple, uno debe comprender el funcionamiento del sistema nervioso. La vaina de mielina es la capa grasa protectora presente en las fibras nerviosas. En la esclerosis múltiple, la vaina de mielina se convierte en la víctima. Esta capa protectora de fibras nerviosas está expuesta al medio ambiente y los mensajes que deben transmitirse de una neurona a otra se ralentizarán o bloquearán. Esto puede dañar el nervio en sí y los daños son permanentes.
Los factores responsables de la esclerosis múltiple no se conocen. Se supone que los factores genéticos y ambientales desempeñan un papel clave en la causa de la enfermedad.
Los síntomas de la esclerosis múltiple varían dependiendo de la extensión del daño nervioso. En la forma grave de la enfermedad, las personas no podrán pararse o caminar. No hay tratamiento para la EM, solo puede haber un tratamiento sintomático que ayude a mejorar la calidad de vida. Dependiendo de la ubicación de la fibra dañada, los síntomas de la enfermedad varían.
La esclerosis múltiple (EM) es un trastorno del movimiento y los síntomas varían según el área afectada. El adormecimiento o la debilidad puede ocurrir en las piernas o piernas y el tronco. Las personas con mielina defectuosa en la región del cuello experimentan sensaciones de descarga eléctrica. Habrá una falta de coordinación entre las partes del cuerpo y los temblores con marcha inestable son bastante comunes. La pérdida parcial o total de la visión, la visión doble y la visión borrosa pueden ocurrir en personas con EM. El deterioro de la vaina de mielina progresa y habrá una sensación de hormigueo en el cuerpo. La EM es una enfermedad recurrente y remitente en la que las personas a menudo experimentan recaídas y también pueden desarrollar nuevos síntomas. La condición puede mejorar parcial o completamente. Las personas que tienen EM pueden desarrollar nuevos síntomas o recaídas que se desarrollan durante días o semanas. Los síntomas pueden mejorar parcial o completamente. Las recaídas son seguidas por la remisión de la enfermedad. Dependiendo de la progresión de la enfermedad y las recaídas, se puede clasificar en dos tipos:
La EM con inicio gradual y progresión constante de la enfermedad sin ninguna recaída se denomina Sensaciones de choque eléctrico.
La mayoría de las personas que sufren de EM recurrente-remitente tendrán una progresión gradual de los síntomas, con o sin períodos de remisión, esto es la EM secundaria-progresiva.
La progresión de los síntomas y la enfermedad se puede evaluar mediante el análisis de la movilidad y la marcha.
La esclerosis múltiple provoca una discapacidad física y el músculo tiende a debilitarse, a contraerse y a ponerse rígido. Habrá una falta de coordinación y espasmos musculares involuntarios que resultarán en la pérdida del equilibrio. En la EM, la vaina de mielina de las neuronas presentes en el cerebelo y sus conexiones está dañada. Habrá alteración de la coordinación de los movimientos y también causará vértigo, ya que las lesiones se desarrollarán en la vía neuronal para coordinar la entrada visual, espacial y de otro tipo al cerebro.
El trastorno del movimiento asociado con la EM se puede controlar hasta cierto punto mediante fisioterapia y ejercicio. El estiramiento de los músculos afectados puede ayudar a mejorar la coordinación hasta cierto punto. La espasticidad se puede reducir con la ayuda de baclofeno, tizanidina, diazepam y dantroleno. La ataxia y los temblores en la EM pueden tratarse con medicamentos y también hay pocas opciones quirúrgicas disponibles. El vértigo y la pérdida de equilibrio se pueden tratar con la ayuda de medicamentos para el mareo.
Conclusión
En la esclerosis múltiple, el sistema inmunológico ataca la vaina de mielina de las células nerviosas presentes en el cerebro y la médula espinal, lo que produce señales dañadas. La vaina dañada afecta la transmisión de información en las extremidades, el cuello o los brazos. Dependiendo del área afectada, el funcionamiento será alterado. Es un trastorno del movimiento. El síntoma temprano del paciente es la falta de equilibrio de la coordinación y la marcha inestable. La EM es una enfermedad recidivante-remitente.
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