¿Qué es la terapia de Proloterapia o Proliferación?
La Proloterapia, también conocida como “Terapia de Proliferación” o “Terapia de Inyección Proliferativa”, es la inyección de una solución irritante no medicinal en el cuerpo. Se inyecta en el área de los tendones o ligamentos para promover el fortalecimiento de un tejido conectivo débil y aliviar los dolores musculoesqueléticos. La Terapia de Proloterapia o Proliferación no es invasiva y su objetivo es estimular la curación. La base del tratamiento de la terapia de Proloterapia o Proliferación es estimular el mecanismo de curación presente naturalmente del cuerpo humano para reparar cualquier lesión de los tejidos musculoesqueléticos.
Historia de Proloterapia o Terapia de Proliferación o Terapia de inyección proliferativa
Se sabe que el fenómeno de la generación de lesiones para facilitar la curación ocurre ya en la época romana. La terapia de Proliferación o Proliferación ha sido un tratamiento alternativo para el dolor desde la antigüedad. Se cree que el tratamiento con Prolotherapy o Proliferation Therapy comenzó en la década de 1930 por el Dr. Earl Gedney. Era un cirujano osteópata que tuvo éxito en el tratamiento de su propia lesión grave de la mano. En los años 50, un cirujano general llamado Dr. George Hackett de los Estados Unidos de América comenzó a aplicar inyecciones de soluciones irritantes para reparar las articulaciones.
Usos de la terapia de Proliferación o Proliferación o Terapia de Inyección Proliferativa
La Terapia de Proloterapia o Proliferación es utilizado para el tratamiento del dolor crónico, dolor agudo, dolor en las articulaciones u otros problemas de manejo del dolor como dolor de espalda, rodilla, hombro, cuello, mano, migrañas u otros dolores de cabeza, cadera, tobillo, etc.
¿Terapia de Proliferación o Terapia de Proliferación o Terapia de Inyección Proliferativa?
Terapia de Proliferación o Proliferación se realiza inyectando una solución irritante en un espacio articular, un ligamento débil o una inserción de tendón para aliviar el dolor. Las soluciones más comunes que se usan para la Terapia de Proliferación o Proliferación son dextrosa hiperosmolar, glicerina, lidocaína, fenol, morrulto sódico. Las inyecciones se administran en las articulaciones o tendones en su unión al hueso. Se supone que la proloterapia reinicia el proceso inflamatorio que crea nuevas fibras y repara los tendones o ligamentos flácidos. También promueve la liberación de factores de crecimiento locales. El método de acción preciso aún no se conoce, pero una vez reparadas, las áreas débiles dejan de enviar señales de dolor al cerebro.
Proloterapia o terapia de proliferación generalmente se administra después de cada dos a un máximo de cada seis semanas durante unos meses. Muchas personas reciben tratamientos de Proloterapia en intervalos menores hasta el momento en que no son requeridos.
¿Cuáles son los efectos secundarios de la terapia de Proloterapia o Proliferación o Terapia de Inyección Proliferativa?
Algunas personas que han recibido Terapia de Proloterapia o Proliferación se han encontrado efectos secundarios leves, que pueden incluir dolor en el sitio inyectado junto con entumecimiento o sangrado leve. Este dolor generalmente es temporal y se trata con acetaminofeno o, en casos excepcionales, opioides. Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos generalmente no se usan, pero se administran a aquellos pacientes que tienen dolor que no se calma con otras formas de control del dolor. Algunos otros efectos adversos de Prolotherapy o Proliferation Therapy incluyen aturdimiento, alergia al agente inyectado, infección o daño al nervio.
Existen diferentes tipos de proloterapia. Se denominan Proloterapia Dextrosa, Proloterapia PRP y Proloterapia Biocelular.
Beneficios de Proloterapia o Terapia de Proliferación o Terapia de Inyección Proliferativa
La Terapia de Proloterapia o Proliferación o Terapia de Inyección Proliferativa se encuentra para ser beneficiosa en el tratamiento de varias dolencias como sigue :
- Dolor lumbar.
- Osteoartritis de rodilla.
- Tendinopatía de Aquiles.
- Luxación de hombro.
- Cepa de cuello.
- Disfunción de la articulación sacroilíaca.
- Costocondritis.
- Epicondilitis lateral.
- Fibromialgia.
- Dolor debido a una lesión por latigazo.
- Fascitis plantar.