La laringitis se define como una inflamación de la mucosa laríngea. Esto puede ser agudo cuando la sintomatología se establece en un corto período de tiempo, que puede variar de horas a días. En caso de que los síntomas duren más de tres semanas, estamos hablando de laringitis crónica.
La laringitis aguda en niños y adultos se considera como entidades separadas. Esto es por varias razones: en los niños, el área de la vía aérea es más pequeña y los aritenoides son más grandes.
Los cartílagos aritenoides son un par de pequeñas pirámides de tres lados que forman parte de la laringe, a la que se unen los pliegues vocales (cuerdas vocales). La afectación va a ser subglótica, por lo que el compromiso de la vía aérea se produce con mayor frecuencia y la sintomatología predominante es la disnea. En el adulto, la afección subglótica es menos frecuente, la inflamación tiene más bien un tropismo glótico y supraglótico con lo que la sintomatología predominante en este caso es la disfonía. La evolución de la laringitis es más rápida en niños que en adultos. Con respecto a la epidemiología, no se han encontrado referencias exactas de prevalencia. Hay una multitud de factores etiológicos y formas clínicas, al ser un proceso autolimitado en su gran mayoría, no se han presentado datos significativos de morbilidad y mortalidad. Hay, sin embargo,
La presentación clínica a menudo es parte de un proceso inflamatorio agudo del tracto respiratorio superior que se manifiesta por uno o más de los siguientes síntomas: disfonía (pérdida del zumbido normal de la voz debido a un trastorno funcional u orgánico), odinofagia (dolor de garganta producido al tragar) fluidos), reflejo de otalgia (dolor en el oído), disnea (dificultad respiratoria) en diversos grados. Los síntomas pueden variar según la causa. La evolución suele ser benigna, aunque en ocasiones se puede producir una obstrucción de la vía aérea; en estos casos, suelen ser infecciosos, predominando la epiglotitis en adultos dentro del grupo.
El diagnóstico es principalmente clínico, evidenciado por una laringoscopia indirecta o una nasofibroscopia flexible que revela la presencia de signos inflamatorios en la mucosa laríngea, especialmente en las cuerdas vocales. Estos se visualizan como congestionados o rojos en su totalidad, con filamentos de moco entre las cuerdas debido a la hipersecreción de la membrana mucosa; Los médicos pueden encontrar edema (una infiltración anormal y exceso de acumulación de líquido seroso) de las bandas ventriculares. Si la permeabilidad de la vía aérea es cuestionable, como lo sugiere el estridor, la taquicardia y la taquipnea, la visualización de la laringe se realizará con extrema precaución.
Dependiendo de su etiología, la laringitis aguda puede clasificarse según sea infecciosa o no. Las de causa infecciosa son las más frecuentes y dentro de ellas, las virales son las protagonistas; Aunque también pueden ser bacterianos. Las causas no infecciosas incluyen diversas etiologías, entre las que se encuentran la alergia y la inhalatoria.
Evolución de la laringitis aguda
En la mayoría de los casos, la laringitis se cura sin secuelas en 8 a 15 días. Un control mediante laringoscopia indirecta verifica el retorno a la normalidad de la mucosa laríngea. La disfonía debe haber desaparecido.
Las recurrencias aparecen en caso de persistencia de factores predisponentes (tóxicos, condiciones climáticas, focos infecciosos y esfuerzos vocales). Estos factores favorecen la cronicidad del proceso. La vigilancia es necesaria, especialmente en los fumadores en quienes la disfonía y la laringitis recurrente deberían hacer que los médicos sospechen un proceso neoplásico adyacente.
Las complicaciones o las evoluciones desfavorables están relacionadas con la predisposición (desnutrición, inmunosupresión, insuficiencia cardiorrespiratoria latente u otras) o con la virulencia de los agentes causales.
La laringitis de origen bacteriano puede ser resistente al tratamiento médico y evolucionar causando ulceración de la mucosa laríngea, epiglotitis, pericondritis e incluso abscesos laríngeos. Estos casos graves pueden requerir medidas terapéuticas agresivas (intubación, tratamiento antibiótico parenteral, tratamiento con oxígeno hiperbárico en un centro hospitalario).
Conclusión
Esta afección también puede aparecer junto con síntomas como tos seca , dolor y picazón en la garganta , congestión , fiebre y malestar . Es importante tener en cuenta que la laringitis puede ser aguda o crónica según su duración, mientras que la primera puede durar solo unos pocos días, la crónica puede persistir durante más de tres semanas.
También lea:
- Dolor de garganta debido a laringitis bacteriana: síntomas, prevención, tratamiento, antibióticos
- Dolor de garganta por laringitis viral: tipos, síntomas, prevención, diagnóstico, tratamiento
- ¿Cómo se contrae la laringitis y qué debe tomar?
- ¿Cuánto tiempo dura la laringitis y cómo deshacerse de ella rápidamente?