¿Qué tan malo es el cáncer de linfoma?

Linfoma es un término usado para el cáncer del sistema linfático. El sistema linfático está formado por ganglios linfáticos o ganglios linfáticos, vasos linfáticos y otros órganos linfáticos como la glándula timo, el bazo y la médula ósea . En el linfoma, los linfocitos (un tipo de glóbulos blancos) se ven afectados. Los linfocitos desempeñan un papel importante en el mecanismo de lucha contra la enfermedad de nuestro cuerpo. Son una parte importante de nuestro sistema inmunológico.

¿Qué tan malo es el cáncer de linfoma?

Bueno, un cáncer de linfoma es altamente tratable. Pero, el pronóstico depende del tipo de linfoma y también de la etapa a la que ha progresado. Algunos de los subtipos son curables, mientras que en otros, la tasa de supervivencia puede prolongarse mediante el uso de un tratamiento adecuado.

Para entender mejor esto, echemos un vistazo a los síntomas y la línea de tratamiento recomendada para el linfoma.

Signos y síntomas de linfoma

Los síntomas del linfoma son en su mayoría inespecíficos. El síntoma más primario es la linfadenopatía, lo que significa que hay un agrandamiento de los ganglios linfáticos. En general, esta hinchazón no es dolorosa. Algunos síntomas son comunes en ambos tipos de linfoma. Incluyen una pérdida de peso no deseada, sudores nocturnos y fiebre también. Además, puede haber pérdida de apetito , náuseas , vómitos , anorexia, fatiga. También puede haber problemas respiratorios. La fatiga también se ve en algunos. Además, puede haber otros síntomas dependiendo de si los ganglios linfáticos agrandados están afectando alguna otra parte del cuerpo u órgano.

Sin embargo, muchos de estos síntomas son similares a los presentes en alguna enfermedad completamente diferente. Por lo tanto, es esencial hacerse una evaluación para descartar las posibilidades de otras enfermedades, así como para confirmar la presencia de linfoma.

Tratamiento del linfoma

El linfoma es una enfermedad altamente tratable. Sin embargo, las posibilidades de recuperación dependen del tipo de linfoma que uno padece y en qué etapa ha progresado.

El tratamiento también varía según los grados de los linfomas. La clasificación puede realizarse como linfomas de grado bajo y grado alto.

Los linfomas de grado bajo permanecen en silencio durante muchos años. No causan ningún síntoma en general y el tratamiento se evita en tales casos si la persona está asintomática. En cambio, muchos médicos creen en la espera vigilante. Sin embargo, este enfoque puede no ser adecuado para muchos, ya que puede provocar aún más síntomas relacionados con la ansiedad y la depresión. En este tipo, la elección del tratamiento es generalmente quimioterapia o radioterapia.

Los linfomas de alto grado son más agresivos y se propagan rápidamente. Sin embargo, la mayoría de las veces, estos tipos son altamente curables. El pronóstico en algunos casos de linfomas de alto grado puede ser malo, debido a la respuesta insatisfactoria al tratamiento. En general, la quimioterapia agresiva se utiliza como línea de tratamiento. Las recaídas pueden ocurrir en un par de años. Sin embargo, este riesgo disminuye después de estos años iniciales.

La inmunoterapia y la terapia dirigida son las otras opciones.

Si ninguno de estos tratamientos funciona, entonces el trasplante de células madre puede ser una opción. El linfoma es un cáncer tratable. Sin embargo, el pronóstico depende de cuándo se diagnosticó y hasta qué punto se ha extendido. La curación es posible con la detección temprana y el tratamiento avanzado eficiente.

El linfoma afecta a los glóbulos blancos. Como el linfoma está presente en la sangre, puede diseminarse o metastatizarse fácilmente a las diferentes partes del cuerpo.

Hay dos categorías principales de linfoma: el linfoma de Hodgkin y el linfoma no Hodgkin. Ambos tipos son similares en muchos aspectos. Sin embargo, la diferencia principal está asociada con la presencia de diferentes tipos de compromiso celular en ambos tipos.

Cuando se observan las células cancerosas bajo un microscopio, un patólogo experto puede detectar la diferencia entre los dos tipos diferentes de células involucradas. En el linfoma de Hodgkin, existe un tipo específico de célula anormal llamada célula de Reed-Sternberg, mientras que, si este tipo particular de célula está ausente, el linfoma se clasifica como linfoma no Hodgkin.

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