¿Está bien recibir una vacuna contra el tétanos antes de los 10 años de edad?

La inmunidad a la toxina tetánica se induce solo por inmunización. La recuperación de una forma clínica de tétanos no infiere protección contra ataques subsiguientes, ya que la cantidad de toxina que causa la enfermedad es mucho menor que la requerida para inducir la inmunidad. Por lo tanto, todos los pacientes con tétanos deben inmunizarse con toxoide tetánico, ya sea en el momento del diagnóstico o durante la convalecencia. La vacuna utilizada es el toxoide tetánico, que ha demostrado ser útil y seguro desde su primera producción en 1929. El toxoide tetánico consiste en toxina tratada con formaldehído. Se consideran niveles protectores séricos de> 0.01 UI / ml.

¿Está bien recibir una vacuna contra el tétanos antes de los 10 años de edad?

El tétanos es una enfermedad totalmente prevenible por vacunación. La estrategia más efectiva para eliminar el tétanos neonatal es la inmunización de las mujeres embarazadas.

Desde 1987, la OMS, a través del Programa Ampliado de Inmunización, recomienda la inmunización con toxoide tetánico a todas las mujeres en edad fértil; en mujeres previamente no inmunizadas, recomienda la administración de la primera dosis de toxoide tetánico lo antes posible durante el embarazo.

Otra medida del control del tétanos neonatal son las prácticas higiénicas durante el parto y el posparto.

Las mujeres embarazadas que no fueron vacunadas previamente contra el tétanos y la difteria deben recibir dos dosis de dT espaciadas adecuadamente y siguiendo el patrón habitual. Quienes hayan recibido dos dosis deben completar la vacunación primaria durante el embarazo. Las mujeres embarazadas que hayan completado su vacunación primaria deben recibir dosis de refuerzo de dT si han pasado diez o más años desde la última dosis.

Asimismo, se recomienda la inclusión de la vacunación antitetánica en programas de inmunización infantil. El régimen de vacunación recomendado es: tres primeras dosis con DTP o DTPa a los 2-3 meses, 4-5 meses y 6-7 meses, una cuarta dosis con DTPa a los 15-18 meses y una quinta dosis con DTPa a los 4 a 6 años ; aumentar la dosis a los 14 años con dT y recomendar refuerzos cada 10 años (dT o dTpa).

Debido a la gravedad de esta enfermedad, la Organización Mundial de la Salud ha recomendado iniciar el esquema de vacunación desde una edad temprana. El esquema general de vacunación consiste en una serie primaria de 3 o 4 dosis, según la edad, y una dosis de refuerzo cada 10 años, ya que los niveles de antitoxina disminuyen con el tiempo.

El germen responsable de la infección es Clostridium tetani, bacilo anaeróbico y microorganismo formador de esporas. El bacilo es un habitante natural del tracto intestinal de animales como caballos, vacas, ovejas, perros, ratas, pollos y otros animales domésticos, y también del hombre. C. tetani se puede encontrar en heces humanas y animales, y las esporas, ampliamente distribuidas, pueden sobrevivir en suelos secos durante años.

C. tetani no es un organismo invasor. El tétanos es causado por la acción de una poderosa neurotoxina (conocida como tetanospasmina), que se produce durante el crecimiento de las bacterias. La toxina tetánica es neurotrópica, se une a los receptores gangliósidos de las terminaciones nerviosas. Una vez en el tejido neuronal, la toxina tetánica no puede verse afectada por la antitoxina. La toxina tetánica puede ser inactivada por el formaldehído, obteniendo el toxoide tetánico, que induce la formación de antitoxinas específicas.

Estos anticuerpos juegan un papel importante en la protección contra el tétanos.

-Reserva: El intestino del hombre y algunos animales, principalmente caballos donde vive de forma natural e inocua. Las esporas se encuentran en el suelo, el barro y el polvo, con un carácter universal.

– Mecanismo de transmisión: la infección se produce por la penetración del organismo a través del epitelio (generalmente la piel), generalmente en forma de esporas, como resultado de heridas, desgarros y quemaduras contaminadas con suciedad, polvo o heces de animales o humanos. Algunas veces es a través de jeringas contaminadas, usuarios de drogas o lesiones insignificantes que han pasado inadvertidas.

El tétanos neonatal, que también es una forma clínica de notificación obligatoria, generalmente se transmite por una infección en un corte antihigiénico del cordón umbilical, o por un cuidado inadecuado del muñón del cordón, especialmente cuando está “tratado” o “cubierto” con contaminado Sustancias (por ejemplo, excrementos animales), por hábitos culturales. El papel de la circuncisión temprana en la transmisión aún no está claro.

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