La hipertensión pulmonar es una enfermedad intratable. No hay una cura absoluta. El enfoque de tratamiento actual ayuda a aliviar los síntomas y puede retardar la progresión de la enfermedad. La hipertensión pulmonar se trata con medicamentos, procedimientos quirúrgicos y otras terapias. La elección del tratamiento depende del tipo y la gravedad de la enfermedad.
Tratamiento médico para el tratamiento de la hipertensión pulmonar
El objetivo principal de la terapia médica es reducir el estrés y relajar los vasos sanguíneos en el parénquima pulmonar. Algunos medicamentos apuntan a reducir los factores de crecimiento celular, lo que finalmente se remodela para remodelar el lecho vascular pulmonar. La relajación de estos vasos sanguíneos da como resultado un flujo más eficiente de sangre a través de ellos.
Se prescriben varias categorías de medicamentos para el tratamiento de la hipertensión arterial pulmonar, como bloqueadores de los canales de calcio, inhibidores de la fosfodiesterasa 5, prostanoides, antagonistas de los receptores de endotelina. Estos medicamentos se administran en monoterapia o en combinación con otros.
Manejo quirúrgico para el tratamiento de la hipertensión pulmonar
El tratamiento quirúrgico para la hipertensión pulmonar es el tratamiento de elección en ese paciente en el que falla el tratamiento médico o el manejo médico está contraindicado o el cumplimiento es deficiente.
Existen varios procesos para controlar la hipertensión pulmonar, como la septoplastia auricular, el trasplante de pulmón y el trasplante de corazón-pulmón.
En la septoplastia auricular, se realiza una conexión entre las cámaras superiores del corazón a través del tabique interauricular. Un catéter es guiado dentro de la cámara del corazón a través de los vasos de la pierna que el globo, fijado al final del catéter, se infla. Esto crea una conexión entre las dos cámaras superiores y alivia la presión.
La cirugía de trasplante de pulmón se aconseja a aquellos pacientes que tienen daño severo al parénquima pulmonar debido a la hipertensión pulmonar. Aquí, el pulmón enfermo del paciente se reemplaza con el pulmón sano de un donante fallecido.
La hipertensión pulmonar que se desarrolla debido a la EPOC, el enfisema de los pulmones y la enfermedad pulmonar intersticial se tratan con terapia de oxígeno.
Hipertensión pulmonar debido a eventos tromboembólicos, los coágulos se tratan con agentes anticoagulantes, anticoagulantes.
La hipertensión pulmonar no tiene cura; el tratamiento en curso tiene como objetivo retrasar la progresión y aliviar la sintomatología de la hipertensión pulmonar. Se requiere un control de peso de rutina en pacientes con hipertensión pulmonar. Un aumento de peso de más de 2 libras / día sugiere un empeoramiento de la hipertensión pulmonar.
Cambios en el estilo de vida para el tratamiento de la hipertensión pulmonar
Los cambios en el estilo de vida ayudan a controlar los síntomas de la hipertensión pulmonar. Estos cambios no revierten los cambios patológicos de la hipertensión pulmonar, pero pueden ralentizar la progresión de la enfermedad.
Dejar de fumar. Todos sabemos que el fumar afecta directamente nuestros pulmones y la nicotina causa daño endotelial. Fumar provoca el empeoramiento de la hipertensión pulmonar.
Dieta saludable: seguir una dieta saludable es obligatorio y mantener un peso saludable constante es una parte del estilo de vida dietético saludable. Una dieta saludable y equilibrada incluye alimentos que contengan una cantidad adecuada de proteínas, grasas y carbohidratos. Estos se pueden obtener a partir de verduras, frutas y granos enteros. Paciente con hipertensión pulmonar debe tener bajo contenido de grasas trans, grasas saturadas, colesterol, sal. Este paciente debe consultar al médico sobre la regulación o limitación de la ingesta de sal y líquidos.
Actividad física: estar físicamente activo es una parte esencial del estilo de vida saludable. Una actividad diaria se considera buena para la salud si se hace regularmente. Las actividades físicas como caminar, caminar a paso ligero, trotar se consideran mejores para el funcionamiento del cuerpo. El paciente hipertenso debe consultar al médico acerca de estos ejercicios, como cuál debe ser la cantidad promedio que se debe hacer diariamente y qué debe evitarse. En pacientes hospitalizados con hipertensión pulmonar, hay algunas limitaciones en las actividades físicas, como las actividades, que causan esfuerzos como el levantamiento de pesas, etc., deben evitarse. Se deben evitar los ejercicios pesados y el baño de agua caliente y la sauna, ya que pueden causar una disminución de la presión arterial. Una persona con hipertensión pulmonar debe limitar su viaje en vuelo o visitar un área de gran altitud debe evitarse.
Apoyo emocional: los pacientes con hipertensión pulmonar viven con riesgo de desarrollar miedo, estrés, depresión, ansiedad. Estas condiciones, junto con la hipertensión pulmonar, pueden empeorar la vida. El asesoramiento de un paciente es necesario y les ayuda a vivir una vida sana y pacífica. Los grupos de apoyo también pueden ayudar a adaptarse con la hipertensión pulmonar. El apoyo de familiares y amigos ayuda a aliviar el estrés y la ansiedad en pacientes con hipertensión pulmonar.