El hígado es el segundo órgano más grande del cuerpo, con un peso de aproximadamente 3 libras. Es un órgano que tiene muchas funciones vitales en el cuerpo, incluido el metabolismo, la digestión, la regulación y el almacenamiento de nutrientes junto con la inmunidad en el cuerpo. Es imperativo que uno tome una dieta saludable para el funcionamiento óptimo del hígado. Sin embargo, el hígado es un órgano muy resistente que tiene capacidad para recuperarse y regenerarse por sí solo. El primer signo de daño hepático puede verse a través de enzimas hepáticas elevadas. Las enzimas hepáticas más comunes son alanina transaminasa (ALT), aspartato transaminasa (AST), fosfato alcalino (ALP), lactato deshidrogenasa (LDH) y gamma glutamil transferasa (GGT).
Muchas condiciones y enfermedades pueden causar la elevación de las enzimas hepáticas. Estos incluyen el consumo de alcohol, hepatitis A, hepatitis B, hepatitis C, obesidad , hígado graso no alcohólico , cirrosis hepática , insuficiencia cardíaca , ciertos medicamentos (Tylenol, estatinas), hepatitis autoinmune, hepatitis alcohólica, infección por citomegalovirus, enfermedad celíaca , Epstein -Barr virus, hemocromatosis, cáncer de hígado , mononucleosis , trastorno de la tiroides, pancreatitis , polimiositis, sepsis, hepatitis tóxica , enfermedad de Wilson , insuficiencia suprarrenal, deficiencia de alfa 1 antitripsina, diabetes, trastornos musculares, tumores del hígado o vías biliares. También puede ser causada por el exceso de suplementos a base de hierbas como la kava, el poleo, la consuelda y el cráneo.
¿Qué no comer con enzimas hepáticas elevadas?
Las enzimas hepáticas elevadas pueden ser un signo de daño / enfermedad hepática que significa un funcionamiento inadecuado del hígado. Dado que el hígado es un órgano vital y tiene más de 500 funciones en el cuerpo, es crucial comer alimentos que sean saludables para el hígado, que no ejercen una presión adicional. Ciertos alimentos deben evitarse en las enzimas hepáticas elevadas para mantener un hígado sano y estos son:
Alcohol: con moderación, el alcohol no tiene mucho efecto en el hígado, pero cuando se consume de manera excesiva y regular, la carga de trabajo en el hígado provoca una enfermedad alcohólica del hígado graso y también cirrosis hepática que a la larga provoca cicatrización y muerte de las células hepáticas. Además, el paracetamol debe evitarse con el alcohol que puede precipitar el daño hepático. En enzimas hepáticas elevadas, debe evitarse por completo; de lo contrario, puede conducir a un mayor daño hepático.
Alimentos grasos: la ingesta de grasas debe limitarse ya que demasiada grasa aumenta la posibilidad de enfermedad del hígado graso no alcohólico, así como la obesidad. La ingesta diaria de grasas no debe ser más del 20 al 35% del total de calorías diarias. Las grasas no saludables contienen grasas saturadas que son difíciles de digerir, entre ellas las comidas procesadas, fritas y rápidas. En las enzimas hepáticas elevadas, el consumo de grasa debe minimizarse junto con la reducción de peso para mejorar los niveles de enzimas hepáticas en sangre.
Sal: La ingesta diaria de sal debe ser alrededor de 1500 mg. Generalmente no es malo, pero hay ciertos alimentos que contienen demasiada sal, como sopas, alimentos enlatados y comidas rápidas. Estos alimentos contienen demasiado sodio y cuando se consumen en exceso causan daño hepático. El exceso de sal provoca la retención de líquidos en el cuerpo, por lo que debe minimizarse en las enzimas hepáticas elevadas.
Proteínas: son buenas para la salud, pero cuando se consumen en exceso pueden causar un mal funcionamiento del hígado y también pueden causar otras enfermedades como la gota. Las proteínas deben equilibrarse con la ingesta de carbohidratos y las verduras. La carne, las carnes, el pavo y el tocino deben evitarse en las enzimas hepáticas elevadas, ya que son difíciles de digerir. Es mejor comer huevos y carne magra.
Alimentos ricos en vitamina A: la vitamina A tiene muchos beneficios para la salud, ya que son buenos para los ojos, la piel y el crecimiento normal del cuerpo. Sin embargo, el consumo excesivo de vitamina A puede conducir a su toxicidad, así como a la insuficiencia hepática.
Soda y Azúcar: Las bebidas carbonatadas tienen mucha azúcar y cafeína. El exceso de azúcar se convierte en glucosa y se almacena en el hígado como glucógeno, pero cuando se consume un exceso de azúcar puede dañar el hígado. El exceso de azúcar también conduce a un mayor riesgo de obesidad. Es mejor evitar los carbohidratos simples y refinados, como donas, galletas, pasteles, pastas, pan blanco, postres y alimentos y bebidas procesados.
Es mejor comer una dieta saludable con verduras y frutas frescas para obtener enzimas hepáticas elevadas y una función hepática óptima.
También lea:
- ¿Las enzimas hepáticas elevadas pueden ser cáncer?
- ¿Qué puede hacer que las enzimas hepáticas se eleven?
- ¿Puede un virus causar que sus enzimas hepáticas sean elevadas?
- ¿Cuáles son los síntomas de las enzimas hepáticas elevadas?
- ¿El estrés puede causar que las enzimas hepáticas sean altas?
- ¿Qué sucede cuando tus enzimas hepáticas son altas?
Soy un Neuroanestesiólogo y Especialista en el Tratamiento del Dolor. Me otorgaron el Premio Nacional de Medicina 2018. Soy CEO y fundador de la Unidad Internacional del Dolor de Madrid y editor de Journal Pain Management and Therapy. También es asesor y crítico del AIUM (Instituto Estadounidense de Ultrasonidos en Medicina) y miembro del Comité Organizador de las World Pain Conferences.
Tengo más de diez años de experiencia con terapias regenerativas que incluyen células madre mesenquimales, plasma rico en plaquetas, factores de crecimiento, transferencias de grasa y ácido hialurónico. Inicié Dolor-drdelgadocidranes.com para difundir el conocimiento y la conciencia.