La enfermedad hepática inducida por alcohol y la enfermedad hepática grasa no alcohólica (lesiones metabólicas y virales) son las dos formas de enfermedad hepática. La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés) es el problema global que afecta al 20% – 30% de la población. Provoca la producción de un exceso de glucosis hepática, aumenta la resistencia a la insulina y también desempeña un papel vital en el desarrollo de afecciones como la cirrosis, neoplasia hepática y diabetes mellitus. Actualmente, no existe un medicamento aprobado ni una terapia única para esta afección.
Las dietas vegetarianas, el ejercicio físico y la pérdida de peso han demostrado mejorar NAFLD. Los alimentos vegetales son las principales fuentes de antioxidantes y fitoquímicos antiinflamatorios, que son la mejor terapia alternativa para la mejora de NAFLD.
La dieta para aliviar la enfermedad del hígado graso debe incluir muchas verduras y frutas ricas en fibra, verduras de hoja verde como la espinaca, granos enteros, un poco de sal, un poco de grasa, azúcar poco agregado, carbohidratos refinados y grasas saturadas. Abstenerse de beber alcohol es una necesidad y la única forma en que una persona tiene una posibilidad de recuperación. Una dieta baja en grasa y baja en calorías puede ayudar a perder peso y reducir el riesgo de enfermedad del hígado graso. Los alimentos de origen vegetal, como las frutas, granos enteros, nueces, verduras, son extremadamente ricos en fibra y se encontró que tienen aproximadamente un 20% menos de energía que podría metabolizarse que los alimentos con alto contenido de agua que se utilizan en la tabla de composición de alimentos. Cuanto menor es la energía que puede metabolizarse, por lo tanto, contribuye a que las personas vegetarianas tengan un IMC bajo.
Con las comidas es ideal incluir:
- Verduras orgánicas y frutas ricas en fibra (frutas no demasiado dulces).
- Huevos de corral (huevo blanco solo, la yema es rica en colesterol).
- Carnes magras y mariscos (evitar el frito)
- Legumbres, frutos secos y semillas como la alholva.
Proteína en polvo fortificada: asegúrese de que no contenga azúcar o edulcorante artificial. Se pueden usar hierbas como la stevia, lo cual es seguro e ideal para la dieta.
Dieta vegetariana: las dietas vegetarianas pueden causar fibrosis hepática de condición grave a leve o nula. La dieta vegana reduce constantemente el colesterol en la sangre y elimina la formación de cristales en el hígado graso. Algunas plantas son ricas en hierro, lo que puede aumentar el estrés oxidativo y la resistencia a la insulina. Los alimentos de origen vegetal también contienen polifenoles que reducen significativamente el estrés oxidativo, la resistencia a la insulina y la inflamación, lo que reduce la progresión de NAFLD. La dieta basada en plantas puede implicar una futura reducción de la mortalidad, en particular la causa de la mortalidad cardiovascular. La soja tiende a disminuir la lipogénesis hepática y el aumento de la oxidación de la grasa hepática se puede lograr a través de la isoflavona que se obtiene de la soja. Los granos enteros son ricos en fibra, que estimula la producción de microbiota intestinal de ácidos grasos de cadena corta, disminuyendo así la inflamación y disminuyendo la síntesis de lípidos hepáticos. Entre los otros aceites, el aceite de oliva se puede usar para controlar el peso que es rico en ácidos grasos omega-3. La investigación encuentra que el aceite de oliva ayuda a disminuir los niveles de enzimas hepáticas y controlar el peso.
Productos animales: el pescado, la carne blanca, los huevos blancos y el queso bajo en grasa son buenas alternativas para las fuentes de proteínas. Las carnes que son ricas en ácidos grasos omega-3 han sido científicamente probadas en muchos estudios para promover la buena salud del hígado. El salmón, el atún y las sardinas son una gran fuente de ácidos grasos omega-3.
Conclusión
No fumar, controlar el peso corporal y controlar la diabetes, así como las enfermedades cardíacas, renales o pulmonares también son importantes para alargar y mejorar la calidad de vida.
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Soy un Neuroanestesiólogo y Especialista en el Tratamiento del Dolor. Me otorgaron el Premio Nacional de Medicina 2018. Soy CEO y fundador de la Unidad Internacional del Dolor de Madrid y editor de Journal Pain Management and Therapy. También es asesor y crítico del AIUM (Instituto Estadounidense de Ultrasonidos en Medicina) y miembro del Comité Organizador de las World Pain Conferences.
Tengo más de diez años de experiencia con terapias regenerativas que incluyen células madre mesenquimales, plasma rico en plaquetas, factores de crecimiento, transferencias de grasa y ácido hialurónico. Inicié Dolor-drdelgadocidranes.com para difundir el conocimiento y la conciencia.