La micosis fungoide es una enfermedad infrecuente de la piel que se caracteriza por una acumulación anormal de células T en la piel. La micosis fungoide también se conoce como síndrome de Alibert-Bazin. Estas células T son células malignas maduras que aparecen en la piel. La causa detrás de esta dolencia es desconocida. Sus manifestaciones cutáneas se asemejan a la psoriasis , el eccema y las reacciones alérgicas en la piel. Sus síntomas son picazón, descamación y aparición de erupciones rojas, parches o tumores. Su diagnóstico es confuso y difícil de realizar debido a su parecido con otras enfermedades de la piel. Se trata con la aplicación local de corticosteroides, rayos ultravioleta, radiación o quimioterapia .
La micosis fungoide es una condición rara de la piel, que se caracteriza por la proliferación de glóbulos blancos dentro de la piel. En esta condición, las células T (un tipo de glóbulos blancos) crecen demasiado y proliferan anormalmente de la sangre a la piel. Estas células T son células malignas maduras que aparecen en la piel. Es un tipo de cáncer que generalmente afecta a la piel. Este proceso es lento y gradual que se desarrolla a lo largo de varios años. Afecta principalmente la piel, pero puede propagarse a la sangre y los ganglios linfáticos y otros órganos internos en el 10% de sus pacientes.
Se desconoce la causa exacta de la micosis fungoide. Puede ser un signo de una enfermedad grave como el cáncer de sangre. La micosis fungoide afecta a los hombres más que a las mujeres. Cualquier persona de cualquier edad puede desarrollar esta condición. Sin embargo, es común después de los 40 años hasta los 60 años. No es contagioso. El curso de la enfermedad es impredecible en cualquier individuo.
Los síntomas predominantes de la micosis fungoide son erupciones rojas o parches en la piel con intenso picor y descamación. Puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, especialmente en las áreas cubiertas por ropa, protegida de la luz solar. Tiene remisiones y recaídas incluso después del tratamiento.
Se desarrolla en cuatro fases sobre la piel, que pueden tardar años en mostrar sus manifestaciones.
Primera fase: comienza con la aparición de una erupción con picazón roja sobre la piel que está cubierta y no está expuesta a la luz solar. Son planos y lisos en esta fase. Puede terminar en meses o años.
Segunda fase: en la segunda fase, estas erupciones se convierten en parches rojos delgados.
Tercera fase: los parches se convierten en placas duras y pequeñas protuberancias elevadas. También son rojos y pican.
Cuarta fase: en esta fase, las placas rojas se convierten en úlceras o tumores como los hongos. Estos tumores de la piel son nódulos elevados que pueden o no formar llagas o convertirse en úlceras. En esta fase, los tumores pueden romperse y descargar fluido. Las zonas afectadas son dolorosas y pueden contraer infecciones.
Estas manifestaciones pueden estar limitadas a un área particular de la piel o pueden extenderse a la piel de todo el cuerpo. Tiene un curso lento y gradual. Se asemeja a eczema, psoriasis o una reacción alérgica.
La micosis fungoide es una dolencia cancerosa. No es hereditario y no afecta la esperanza de vida en la mayoría de los pacientes. Es un cáncer lento y estático que rara vez progresa a otros órganos, como los ganglios linfáticos y los órganos internos.
Su diagnóstico es muy difícil y confuso para los médicos, ya que se parece a otras enfermedades de la piel. La biopsia de piel es solo una prueba de confirmación para esta enfermedad. Sin embargo, varias biopsias establecen la conclusión de que una tiene esta dolencia.
La micosis fungoide se puede tratar con la aplicación local de corticosteroides, fototerapia (exposición a los rayos UV), radiación y quimioterapia sistémica. Su pronóstico depende de la fase de las afecciones de la piel y la duración después de su aparición.
Conclusión
La micosis fungoide es una afección cancerosa que afecta principalmente a la piel. La piel tiene manifestaciones específicas, como erupciones, parches, placas o tumores rojos. Ocurre debido a una proliferación de células T anormales en la piel. En casos raros, puede diseminarse a los ganglios linfáticos y a los órganos internos.
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