¿Pueden los problemas de la vesícula biliar causar enzimas hepáticas elevadas?

¿Pueden los problemas de la vesícula biliar causar enzimas hepáticas elevadas?

El patrón de colestasis se caracteriza por un aumento en la fosfatasa alcalina y gamma-glutamil transpeptidasa con o sin un aumento asociado en la bilirrubina. La causa del patrón de colestasis es el impedimento para la llegada de la bilis de las células hepáticas al intestino, ya sea por la incapacidad de formarla o por la obstrucción de su flujo.

El término colestasis se refiere a la enfermedad determinada por la presencia de un obstáculo, mecánico o funcional, que impide la llegada de la bilis al duodeno.

La colestasis se clasifica básicamente en 2 grupos, intrahepático y extrahepático, dependiendo de si el obstáculo está dentro o fuera del parénquima hepático, respectivamente. Las causas más frecuentes en el caso de las lesiones intrahepáticas son la hepatitis viral, las enfermedades hepáticas causadas por el alcohol, la cirrosis biliar primaria y la toxicidad por drogas u otros cambios tóxicos y hormonales durante el embarazo (colestasis del embarazo).

Entre las causas de la colestasis extrahepática figuran las litiasis más comunes en el conducto biliar, la estenosis del conducto biliar, ya sea tumor benigno o maligno, cáncer pancreático y pancreatitis.

El consumo de alcohol, la presencia de estigmas de la enfermedad hepática y el tiempo de establecimiento de la colestasis pueden orientar su etiología.

En general, el examen físico es de poca ayuda en el diagnóstico diferencial. El hallazgo de xantomas o xantelasmas (son placas amarillas que ocurren con mayor frecuencia cerca del canto interno del párpado) puede sugerir colestasis crónica Asimismo, debe investigarse la presencia de signos que conduzcan a un proceso autoinmune. La presencia de fiebre y escalofríos obliga a realizar procedimientos diagnósticos con mayor rapidez ante la posible necesidad de medidas terapéuticas.

Ante la sospecha clínica de colestasis, la primera acción es la confirmación bioquímica del proceso. Las pruebas generales a menudo ayudan a determinar el origen de la colestasis.

La detección casual de la elevación de las enzimas colestasis, como la fosfatasa alcalina, gammaglutamiltranspeptidasa y 5-nucleotidasa, es a veces la razón para comenzar el estudio en pacientes asintomáticos.

Fosfatasa alcalina: tiene varios orígenes (riñón, placenta, intestino, leucocitos, hígado y huesos) aunque las fuentes más importantes son el hígado, los huesos y el intestino. Por lo tanto, las elevaciones pueden ocurrir en el tercer trimestre del embarazo o durante el crecimiento.

Gamma-glutamiltransferasa: se encuentra en el riñón, páncreas, hígado, bazo y pulmón. Además, aumenta en la mayoría de las enfermedades hepáticas, por lo que no es muy específico. Los aumentos más importantes aparecen en presencia de colestasis, infiltración neoplásica o cuando la inducción enzimática se produce por fármacos o agentes tóxicos como el alcohol.

La 5-nucleotidasa: es una enzima cuyo origen es principalmente hepático, por lo que es específica para la colestasis, pero su determinación rutinaria en laboratorios no está muy extendida.

Ultrasonografía: en el estudio de un paciente con colestasis, la ecografía abdominal es el método inicial para evaluar la dilatación del conducto biliar. Aunque es un método simple y asequible para distinguir entre colestasis intrahepática y extrahepática, tiene ciertas limitaciones. El objetivo de la ecografía es mostrar si hay dilatación del conducto biliar y, si es posible, determinar su causa.

Tomografía computada: la tomografía computarizada es una técnica radiológica que permite un buen estudio hepático y biliar que tiene resultados similares a los de la ecografía para detectar el tracto biliar dilatado, pero que lo supera en su diagnóstico etiológico (94% versus 71%, respectivamente).

Tomografía computarizada, colangiografía: puede ser una alternativa a la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE). Las limitaciones de la tomografía-colangiografía son la alergia a los contrastes yodados, el uso de radiación ionizante, enfermedad hepática avanzada y valores de bilirrubina superiores a 29.

Resonancia magnética: la colangiopancreatografía por resonancia magnética es una técnica alternativa a la CPRE de diagnóstico, dada su naturaleza no invasiva y libre de complicaciones, aunque no permite procedimientos terapéuticos.

Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica: la CPRE permite un estudio etiológico y la realización de procedimientos terapéuticos en pacientes con colestasis extrahepática obstructiva, tanto en casos de coledocolitiasis mediante la práctica de una esfinterotomía y extracción de cálculos como en casos de estenosis benignas o tumores malignos. Colocando prótesis biliares.

Tiene una sensibilidad y especificidad del 95% en el diagnóstico de obstrucción.

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