¿Puede la hepatitis B desaparecer completamente?

La hepatitis B es una enfermedad del hígado causada por el virus de la hepatitis B (VHB). El virus de la hepatitis B fue el primer virus de la hepatitis en ser identificado. Es una enfermedad que afecta a 300 millones de personas en el mundo y se estima que es responsable de entre 250,000 y 500,000 muertes por año. La prevalencia de la infección con el virus de la hepatitis B varía mucho en diferentes partes del mundo. Las tasas más altas de infección se encuentran en el sudeste asiático, China y el sur de África.

La mayoría de las personas que adquieren el virus de la hepatitis B se recuperan sin consecuencias. Esta forma de infección, que dura menos de 6 meses, se conoce como hepatitis B aguda. Por el contrario, cuando la infección dura más de 6 meses, se conoce como hepatitis B crónica. Aproximadamente el 5% de los adultos que adquieren la infección Desarrollar la forma crónica. La probabilidad de desarrollar hepatitis B crónica depende de la edad y el estado inmunitario (defensas) del paciente, siendo mayor cuando se adquiere en la infancia que cuando se adquiere como adulto.

Las manifestaciones clínicas de la infección por el virus de la hepatitis B son muy variadas, y es importante enfatizar que con frecuencia esta infección puede no dar síntomas durante muchos años, lo que no significa necesariamente que la infección esté controlada. El daño que causa el virus de la hepatitis B en el hígado también es variable y depende de la capacidad del hígado para repararse a sí mismo y la capacidad del cuerpo para controlar la infección. Las consecuencias más importantes de esta infección a largo plazo son el desarrollo de cirrosis hepática y carcinoma hepatocelular.

En el último tiempo se han desarrollado una serie de nuevas alternativas para el tratamiento de la enfermedad. Por otro lado, existe una vacuna altamente efectiva y segura para prevenir infecciones.

Hepatitis B Aguda:

Los síntomas de la hepatitis B aguda ocurren de 1 a 4 meses después de la adquisición del virus. Muchas personas pueden no tener ningún síntoma. Los síntomas incluyen: Fatiga, disminución del apetito (anorexia), náuseas , ictericia o coloración amarillenta de la piel, coluria, dolor en la zona superior derecha del abdomen, dolor o inflamación de las articulaciones. Estos síntomas generalmente desaparecen en 3 meses.

Una proporción muy baja de personas con hepatitis B aguda (0,1 a 0,5%) desarrolla una forma más grave de la enfermedad caracterizada por insuficiencia hepática (hepatitis fulminante).

Hepatitis B Crónica:

La hepatitis B crónica a menudo es asintomática o se manifiesta solo por síntomas inespecíficos, como fatiga o disminución del apetito. Ocasionalmente, hay exacerbaciones de la actividad inflamatoria del hígado que pueden resultar en exacerbaciones de los síntomas. En la medida en que la infección cause mayor daño al hígado, pueden manifestarse síntomas de cirrosis hepática. 10 a 20% de los pacientes pueden tener manifestaciones extrahepáticas de la enfermedad, con mayor frecuencia vasculitis y glomerulonefritis.

¿Puede la hepatitis B desaparecer completamente?

La hepatitis B aguda no requiere tratamiento específico, ya que el 95% de los adultos se recuperan espontáneamente. Es importante recordar que los contactos de la persona con hepatitis B aguda deben evaluarse y, finalmente, vacunarse. La hepatitis B aguda es altamente contagiosa, por lo que se deben tomar medidas para prevenir su transmisión.

Las personas que desarrollan hepatitis B crónica deben ser evaluadas por un médico con experiencia en el tratamiento de esta enfermedad (gastroenterólogo o hepatólogo). Las decisiones de tratamiento son individualizadas. El objetivo del tratamiento es mantener la replicación del virus bajo control para evitar el daño progresivo del hígado.

Pronóstico de la hepatitis B

La evolución de la enfermedad es bastante variable. Probablemente hay factores genéticos que están asociados con la capacidad diferente para mantener la replicación viral bajo control. La magnitud del daño también se asocia con la edad (a menudo los niños tienen una gran replicación viral con poco daño hepático), el sexo (generalmente la enfermedad progresa más rápido en hombres que en mujeres), el consumo de alcohol y la presencia de otros virus como la hepatitis C y D virus

Es importante saber que puede transmitir el virus a otras personas, incluso si no se siente enfermo.

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