Dieta y Nutricion

¿Qué no comer cuando tienes metástasis hepáticas?

¿Qué no comer cuando tienes metástasis hepáticas?

Hay una gran variedad de alimentos que no son recomendables en pacientes con esta enfermedad, podemos mencionar:

Grasas de origen animal: el paciente con una patología hepática tiene dificultad para digerir las grasas. Por lo tanto, la nutrición de la persona con cirrosis, hepatitis, insuficiencia hepática y cáncer debe evitar a toda costa los alimentos con alto contenido de grasa, como carne, mantequilla, leche, crema, margarina, chocolate o productos lácteos con alto contenido de grasa. Es importante que el aceite usado no se recaliente, ya que este tipo de grasa genera un tipo de toxina llamada acroleína, además de sustancias tóxicas como hidroperóxidos, peróxidos y radicales libres. Estos componentes dañan nuestras células causando el envejecimiento celular, la descomposición de la membrana celular, las mutaciones o las células cancerosas.

Usar el mismo aceite varias veces, o reutilizarlo en muchas ocasiones, aumenta el número de radicales libres. Además, esto provoca la pérdida de vitamina E y polifenoles, que se conservan mientras que el aceite no está refinado y es crudo.

Alimentos ricos en sal: el paciente con enfermedad hepática tiene problemas con la retención de líquidos (ascitis), por lo tanto, deben evitarse los alimentos ricos en sodio que empeoran esta condición. Entre ellos, jamón, tocino, salchichas, productos ahumados, encurtidos, alcaparras y altramuces.

Productos industriales procesados: este tipo de alimentos contiene muchos conservantes, aditivos, azúcares y grasas malas, que deben ser eliminados por el hígado, para que en su estado puedan empeorar.

Alimentos precocidos y envasados: por lo general contienen mucha sal, azúcar y grasa, por lo que tampoco son beneficiosos. Tortas, galletas, pasteles, leche entera o sus derivados, chocolate, croissants, dulces, entre otros, son alimentos que deben evitarse.

Alimentos azucarados: comer muchos alimentos ricos en azúcares refinados conduce a un aumento de la grasa corporal, que es sintetizada por el hígado. Producen niveles muy altos de insulina que no son buenos para pacientes con obesidad , menopausia , diabetes e hipertensión.

Del mismo modo, los pacientes con enfermedad hepática no deben consumir edulcorantes artificiales como el aspartamo, la sucralosa o la sacarina.

Alimentos asados: los alimentos muy asados ​​o asados ​​generan una serie de toxinas que el hígado debe eliminar. Un hígado enfermo no puede eliminarlos y empeora con la presencia de estas sustancias.

Alimentos crudos o semi-crudos para animales: por ejemplo, pescados o mariscos crudos o poco cocidos pueden contener microorganismos que pueden ser dañinos para el hígado.

Otras causas de enfermedades del hígado:

Además de elegir los alimentos correctos, hay una serie de consejos a tener en cuenta:

Comidas muy abundantes: es preferible comer varias veces en pequeñas cantidades que comer muchas comidas en menos comidas. Las abundantes comidas obligan al hígado a realizar un esfuerzo mucho mayor, por lo que el paciente con patología hepática debe comer comidas ligeras 4 o 5 veces al día.

Masticar muy bien la comida: masticar facilita el trabajo a los órganos encargados de la digestión; desintegra los alimentos para que las enzimas digestivas actúen mejor, además de predigerir los carbohidratos y preparar el cuerpo para la digestión (aumento de la secreción salival, etc.)

Alimentos reutilizados: cocinar más alimentos de lo normal y luego reutilizarlos en otra comida puede ser la causa de la contaminación con microorganismos que pueden causar infecciones. Es mejor cocinar las cantidades necesarias sin las sobras. Recalentar los alimentos es un mal hábito que no le hace bien al hígado.

Comidas mal conservadas: se convierten en el blanco perfecto para bacterias como la Salmonella, entre otras.

Frutas y verduras sin lavar: pueden contener pesticidas cancerígenos o perniciosos.

Alimentos secos o mal conservados: pueden generar aflatoxinas, que son altamente dañinas para el hígado.

El alcohol es el principal enemigo del hígado. Otras toxinas son el tabaco, el café y las drogas.

Conclusión

Dado que el hígado es el órgano responsable del metabolismo de los alimentos y la purificación de toxinas, una dieta inadecuada es potencialmente dañina para este órgano y para la salud del individuo en general. Por lo tanto, es conveniente hacer un gran cambio en sus hábitos si consume los alimentos nocivos mencionados.

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