¿Es el cáncer de fibrosis hepática?
La fibrosis es un componente vital de las enfermedades crónicas del hígado, que en última instancia pueden causar complicaciones como la cirrosis.
Las enfermedades crónicas del hígado, independientemente de su causa (infección crónica por virus B o C, abuso del alcohol, trastornos metabólicos como la hemocromatosis, deficiencia congénita de antitripsina alfa-1, autoinmunidad, drogas, etc.) con un proceso inflamatorio durante un cierto tiempo producen Aumento de las fibras de colágeno en el parénquima hepático llamado fibrosis, cuya etapa final es la cirrosis hepática.
La progresión de la fibrosis hepática altera la estructura normal del hígado, que implica trastornos en su circulación con presión portal aumentada, que es la presión de la sangre en el territorio portal (venas abdominales). Cuando este aumento alcanza un nivel importante, conduce a la aparición de várices esofágicas, retención de agua, con edema en las extremidades inferiores y ascitis (acumulación de líquido en el abdomen).
La fibrosis hepática es el resultado de la acumulación de cicatrices fibrosas y rígidas en el hígado. Para alcanzar la fibrosis hepática, es necesario realizar una sucesión de eventos con el proceso inflamatorio de la célula hepática debido a lo mencionado anteriormente. Este proceso inflamatorio hace que los hepatocitos (células funcionales del hígado) sufran daño o mueran; entonces el sistema inmunológico se activa para continuar con el proceso de reparación. La lesión o necrosis de los hepatocitos promueve la producción de citoquinas y otras sustancias químicas por el sistema inmunológico.
Las citoquinas estimulan el funcionamiento de los hepatocitos estrellados, que son células de soporte ubicadas en el hígado, que junto con otros tipos de células comienzan a producir colágeno, fibronectina y proteoglicanos. Todas estas sustancias tienden a restaurar los sectores dañados por la muerte de las células hepáticas afectadas.
Todos estos elementos se almacenan en el hígado dando como resultado la acumulación de matriz extracelular. Simultáneamente, el proceso de disolución del colágeno se ve afectado.
En tejidos sanos, existe un equilibrio entre la síntesis (fibrogénesis) y la degradación (fibrólisis) del tejido de la matriz. La fibrosis se desarrolla cuando se altera el equilibrio, es decir, cuando el tejido se acumula más rápido de lo que se degrada y elimina por el hígado.
A medida que pasa el tiempo, el proceso inflamatorio continúa, la acumulación de material de colágeno dentro del hígado surge, lo que causa fibrosis. En algunas enfermedades, esto es muy lento y se ha detenido muchos años para llegar a la etapa final de la cirrosis.
La fibrosis hepática no se desarrolla al mismo ritmo en todos los pacientes y, de hecho, en algunas personas con hepatitis C o B permanece más o menos estable en todo momento. Hay muchos factores que influyen en la progresión de la fibrosis: por ejemplo, el proceso avanza más rápido en hombres que en mujeres, y también en personas mayores de 60 años.
Además, se ha demostrado que la depresión del sistema inmunológico, por ejemplo, debido a condiciones como el VIH o al tomar medicamentos inmunosupresores después de un procedimiento extenso como un trasplante de hígado, también exacerba la fibrosis. El abuso del alcohol está más allá de toda duda relacionado con un agravamiento de la cirrosis y la fibrosis. Varios estudios indican que la esteatosis y la resistencia a la insulina también están vinculadas a una progresión más rápida y un grado más avanzado de fibrosis.
En las primeras etapas, el hígado funciona bien hasta cierto punto y no muchas personas tienen síntomas. Pero con la inflamación continua y la propagación de lesiones, el tejido cicatricial comienza a acumularse y se conecta con las cicatrices existentes, lo que conduce a una alteración de las funciones metabólicas del hígado.
A medida que avanza la enfermedad, la cirrosis se desarrolla donde el hígado está lleno de cicatrices que restringen el flujo sanguíneo e impiden el funcionamiento adecuado del hígado.
También lea:
- Daño hepático o insuficiencia hepática: causas, signos, síntomas, prevención
- ¿Por qué se realiza la prueba de función hepática y qué indica su valor (alto, bajo)?
- ¿Cómo sabes si tu hígado está fallando?
- ¿Qué no comer cuando tienes un problema de hígado?
- 6 vitaminas que ayudan a limpiar su hígado
- 10 cosas que pueden destruir tu hígado
- Enzima hepática elevada: ¿qué significa cuando la función hepática es alta?
Soy un Neuroanestesiólogo y Especialista en el Tratamiento del Dolor. Me otorgaron el Premio Nacional de Medicina 2018. Soy CEO y fundador de la Unidad Internacional del Dolor de Madrid y editor de Journal Pain Management and Therapy. También es asesor y crítico del AIUM (Instituto Estadounidense de Ultrasonidos en Medicina) y miembro del Comité Organizador de las World Pain Conferences.
Tengo más de diez años de experiencia con terapias regenerativas que incluyen células madre mesenquimales, plasma rico en plaquetas, factores de crecimiento, transferencias de grasa y ácido hialurónico. Inicié Dolor-drdelgadocidranes.com para difundir el conocimiento y la conciencia.