¿Qué causa un hemangioma en la columna vertebral?

El hemangioma consiste en un crecimiento descontrolado de las células que forman los vasos sanguíneos. De hecho, pueden considerarse tumores benignos. El 80% de los hemangiomas son cutáneos y consisten en parches rojizos en la piel. Es bastante frecuente en los niños. La mayoría son benignos y no tienen impacto. Si aparecen en otros lugares, como la columna vertebral, el hígado, pueden surgir complicaciones.

A menudo ocurren al mismo tiempo de nacimiento, y algunas veces se forman en los primeros meses de vida. Tienen la primera fase de crecimiento rápido en la que su volumen y tamaño aumentan rápidamente, seguido de otra de reposo, en la que el hemangioma cambia muy poco, y una fase de involución en la que comienza a desaparecer. Requieren un seguimiento frecuente por parte del pediatra, el color y el tamaño del lugar. La mayoría desaparece con el tiempo.

Los hemangiomas no son hereditarios, por lo que cualquier bebé puede desarrollar un hemangioma de la columna vertebral. La incidencia global de hemangiomas es de entre el 8 y el 10% de los lactantes, es más o menos la misma en todos los países y no se ha observado ningún aumento en los últimos años. Los hemangiomas son tres veces más frecuentes en las niñas, en los bebés prematuros y en los recién nacidos con bajo peso.

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¿Qué causa un hemangioma en la columna vertebral?

La causa del hemangioma en la columna vertebral o hemangioma en general no está totalmente determinada. Pero la mayoría de las teorías apuntan a una posible falta de oxígeno en la placenta durante los primeros meses de embarazo. Algunas personas piensan que los hemangiomas son los restos de la placenta implantada en la piel del bebé. Cabe mencionar que los hemangiomas no son graves.

La causa final de los hemangiomas es desconocida, aunque existen varias teorías sobre su apariencia. Algunas personas piensan que representan pequeños trozos de placenta implantados en la piel de los bebés. Otra teoría es que representan una forma de suministrar una falta de oxigenación (hipoxia) de los tejidos durante el desarrollo embrionario.

Sin embargo, un grupo de médicos e investigadores españoles ha descubierto una posible relación entre los factores maternos durante el embarazo y el desarrollo de hemangiomas en el feto.

Se cree que la falta de oxígeno en la placenta durante los primeros meses de embarazo podría producir alteraciones en la circulación placentaria. Esto, a su vez, está relacionado con factores de la historia materna durante el embarazo, como la fertilización in vitro y los nacimientos de gemelos. A su vez, se ha visto que cuanto más prematuro es el bebé, más probabilidades hay de que desarrolle un hemangioma, de modo que el 25% de los bebés prematuros lo desarrollarán. En conclusión, es la hipoxia o falta de oxígeno en las células de los vasos sanguíneos lo que causaría su proliferación sin control.

Hay muchos otros factores que quedan por descubrir sobre la formación de estas lesiones. El problema surge en la dificultad de estudiarlos en el feto. Por el momento, la investigación continuará utilizando animales de laboratorio como los ratones.

Efectos de los hemangiomas

Los hemangiomas, aunque benignos, no son un problema de banalidad o simplemente estético: existen hemangiomas muy desfigurantes que distorsionan completamente la apariencia física del niño; hemangiomas que cierran los ojos causando dificultades permanentes de visión; hemangiomas que pueden afectar la vía aérea y prevenir la respiración; Hemangiomas que afectan los labios y la boca impidiendo la succión; hemangiomas que se ulceran causando un dolor tan intenso hasta el punto de impedir el sueño; Hemangiomas que pueden ocupar el hígado o hemangiomas que pueden incluso causar insuficiencia cardíaca.

Incluso en aquellos casos de hemangiomas que no presentan un riesgo vital o que no comprometen la función de ningún órgano, los hemangiomas siempre desfiguran y, aunque mejoran con la edad, en más de la mitad de los casos inevitablemente dejarán secuelas no estéticas En forma de cicatrices, piel redundante o, en el mejor de los casos, una alteración de la textura de la piel.

Las consecuencias que pueden tener los hemangiomas en el desarrollo psicológico del niño son evidentes, especialmente porque es en los primeros años de vida cuando desarrollan su imagen corporal.

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