¿Se puede curar la cirrosis del hígado?
El tratamiento de la cirrosis depende de la causa de la enfermedad y si hay complicaciones. Los objetivos del tratamiento son ralentizar el avance del tejido cicatricial en el hígado y prevenir o tratar las complicaciones de la enfermedad.
Para la cirrosis con complicaciones, puede ser necesaria la hospitalización.
Coma una dieta nutritiva: Como la desnutrición es común en personas con cirrosis, es importante consumir una dieta saludable en todas las etapas de la enfermedad. Los proveedores de salud recomiendan un plan de alimentación bien equilibrado. Si ocurre ascites se recomienda una dieta baja en sodio. Una persona con cirrosis no debe comer mariscos crudos, que pueden contener una bacteria que causa infecciones graves. Para mejorar la nutrición, el médico puede agregar un suplemento líquido que se administrará por vía oral o a través de una sonda nasogástrica, un tubo muy pequeño que ingresa por la nariz y la garganta hasta llegar al estómago.
Evite el alcohol y otras sustancias: Se recomienda que los pacientes con cirrosis no consuman alcohol o sustancias ilícitas, ya que ambas provocarían más daño hepático. Muchas vitaminas y medicamentos pueden afectar la función hepática; antes de tomarlos, debe consultar a un médico.
El tratamiento para la cirrosis también cubre complicaciones específicas. Para el edema y la ascitis, el médico recomendará diuréticos, que son medicamentos para eliminar los fluidos corporales. Se pueden extraer grandes cantidades de líquido ascítico del abdomen y se pueden realizar pruebas de peritonitis bacteriana. Se pueden recetar antibióticos orales para evitar infecciones. Las infecciones graves con ascitis requerirán antibióticos por vía intravenosa.
El médico puede prescribir un betabloqueante o nitrato para la hipertensión portal.
Los betabloqueantes pueden disminuir la presión en las varices y reducir el riesgo de hemorragias. El sangrado gastrointestinal requiere una endoscopia alta para buscar varices esofágicas. El médico puede realizar una ligadura con una banda utilizando un dispositivo especial para comprimir las varices y detener el sangrado. Las personas que han tenido venas varicosas pueden necesitar tomar medicamentos para evitar episodios en el futuro.
La encefalopatía hepática se trata al limpiar el intestino con lactulosa, que es un laxante que se administra por vía oral o mediante enemas.
Si es necesario , se agregan antibióticos al tratamiento. Los pacientes pueden recibir instrucciones para reducir el consumo de proteínas en la dieta. La encefalopatía hepática puede mejorar si controlan las otras complicaciones de la cirrosis.
Las personas con cirrosis que presentan insuficiencia hepatorrenal deben someterse a un tratamiento de hemodiálisis periódico, que utiliza una máquina para limpiar el desecho de la sangre. Además, se pueden administrar medicamentos para mejorar el flujo sanguíneo a través de los riñones.
Otros tratamientos atienden las causas específicas de la cirrosis. El tratamiento para la cirrosis causada por hepatitis depende del tipo específico de hepatitis. Por ejemplo, para hepatitis viral, se recetan interferón y otros medicamentos antivirales, la hepatitis autoinmune requiere corticosteroides y otros medicamentos que deprimen el sistema inmunitario.
Se administran medicamentos para tratar varios síntomas de cirrosis, como picazón y dolor abdominal .
¿Cuándo se indica un trasplante de hígado para la cirrosis?
Se considera la posibilidad de un trasplante de hígado cuando las complicaciones no pueden controlarse mediante el tratamiento.
El trasplante de hígado es una cirugía importante en la que se elimina el hígado enfermo y se reemplaza por uno sano de un donante de órganos. Un equipo de profesionales de la salud determina los riesgos y beneficios del procedimiento para cada paciente. En los últimos años, las tasas de supervivencia han mejorado como resultado de los medicamentos que suprimen el sistema inmunitario y evitan que este ataque dañe el nuevo hígado.
El número de personas que necesitan un trasplante de hígado excede por mucho la cantidad de órganos disponibles. Una persona que necesita un trasplante debe someterse a un complejo proceso de evaluación antes de ser agregado a una larga lista de espera para trasplantes.
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Soy un Neuroanestesiólogo y Especialista en el Tratamiento del Dolor. Me otorgaron el Premio Nacional de Medicina 2018. Soy CEO y fundador de la Unidad Internacional del Dolor de Madrid y editor de Journal Pain Management and Therapy. También es asesor y crítico del AIUM (Instituto Estadounidense de Ultrasonidos en Medicina) y miembro del Comité Organizador de las World Pain Conferences.
Tengo más de diez años de experiencia con terapias regenerativas que incluyen células madre mesenquimales, plasma rico en plaquetas, factores de crecimiento, transferencias de grasa y ácido hialurónico. Inicié Dolor-drdelgadocidranes.com para difundir el conocimiento y la conciencia.