Una vez diagnosticado, el intolerante a la lactosa nota que la vida como la conocían se ve afectada en diferentes áreas, como las siguientes:
Tener esta intolerancia genera un estado evidente de tensión, estado de alerta y estrés. Debe saber lo que puede o no puede consumir, siempre lea las etiquetas de los productos, pregunte en los restaurantes acerca de los alimentos, etc.
Area interpersonal
Es evidente que comer tiene un importante componente social. Cenas con amigos, almuerzos de negocios, celebraciones, etc. Gran parte de nuestra vida social gira en torno a los alimentos, y los intolerantes a la lactosa en su vida social a menudo se sienten limitados y diferentes, teniendo que hacer justificaciones y explicaciones continuas sobre la razón de su falta y dieta.
Area dietetica
Dejar de consumir productos lácteos puede tener importantes limitaciones dietéticas, y el intolerante está buscando alternativas ricas en calcio y otras vitaminas y minerales presentes en los productos lácteos. Afortunadamente, existen muchas alternativas naturales ricas en estos componentes en el mercado, como pescado, nueces, etc., e incluso un suministro creciente de productos lácteos sin lactosa. Es necesario contar con el asesoramiento de nutricionistas y dietistas, especialmente en la fase inicial de definición de una dieta después del diagnóstico.
Area medica
Más de 800 medicamentos, ya sean recetados o de venta libre, contienen lactosa entre sus excipientes. Esto dificulta la prescripción del medicamento correcto y, por lo tanto, el médico especialista debe guiar al paciente en la elección de un medicamento alternativo sin lactosa.
Área de consumo
La lactosa se oculta en la lista de ingredientes con otros nombres y también se agrega en productos inimaginables. Además, los productos sin lactosa son difíciles de localizar y caros (alrededor de un 30-40% más que sus equivalentes con lactosa). Todo esto convierte la compra en los supermercados en una auténtica lucha diaria para los intolerantes.
Sobre restaurantes
Aunque las últimas regulaciones obligan a los restaurantes a informar sobre la presencia de los principales alérgenos en sus menús, la realidad actual es la falta de sensibilidad de estos establecimientos en su cumplimiento, junto con la alta rotación de su personal, hace que sea muy difícil ir. para comer en cualquier restaurante. Y también es un problema cuando llegamos a los postres, donde la oferta para los intolerantes a la lactosa es prácticamente inexistente.
¿Qué es la lactosa?
La lactosa es un azúcar presente en la leche y en los productos lácteos. Los productos lácteos fermentados y el yogur son mejor tolerados que la leche, ya que contienen lactasa y eso hace que la lactosa sea más digestible.
Existen en el mercado leches especiales “sin lactosa” y otras leches sin lactosa. Se recomienda leer las etiquetas de los productos de consumo, ya que algunos alimentos procesados contienen lactosa como conservante y espesante. Además, algunos medicamentos contienen lactosa.
¿Qué no comer si eres intolerante a la lactosa?
La siguiente es una lista de alimentos que no debe comer si se le diagnostica intolerancia a la lactosa:
- Leche y sus derivados: leche modificada, desnatada, condensada o azucarada, batidos, nata, todos los quesos no fermentados, queso crema, requesón, helado, bechamel, mantequillas de leche, chocolate con lácteos agregados y chocolate, flan, flan.
- Pan dulce, tostadas, galletas y pan de molde.
- Bocadillos preenvasados en alimentos comerciales y comerciales preparados (generalmente especifican si contienen lactosa o no).
- Productos de pastelería y confitería en general elaborados con productos lácteos (galletas, croissants, etc.).
- Dulces, chocolates, pastillas endulzadas, chicles, etc.
- Pasta o cereales con leche o lactosa. Pasta de sopa y sopa de sobres, polvos para preparar bebidas instantáneas.
- Dulce de jamón y mortadela. Carnes y pescados sazonados con salsas o productos que contengan leche, salchichas y salchichas comerciales.
- Los senos, el hígado.
- Otros: papas fritas. Salsas o condimentos comerciales.
También se desaconseja el uso de productos que contengan los siguientes ingredientes o aditivos: lactosa, lactosa monohidrato, azúcar de leche, sólidos lácteos, trazas de leche, suero de leche, cuajo, cuajada, grasas lácteas.
Conclusión
Los médicos deben aplicar un tratamiento individualizado, dependiendo de los síntomas del paciente, siendo raros los casos en los que se requiere una supresión completa de la leche y los derivados. En pacientes con intolerancia a la lactosa, se puede usar leche prehidrolizada o diferentes suplementos de lactasa exógena, que cuando se agregan a la leche y los derivados hidrolizan la lactosa, evitando los síntomas.
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Soy un Neuroanestesiólogo y Especialista en el Tratamiento del Dolor. Me otorgaron el Premio Nacional de Medicina 2018. Soy CEO y fundador de la Unidad Internacional del Dolor de Madrid y editor de Journal Pain Management and Therapy. También es asesor y crítico del AIUM (Instituto Estadounidense de Ultrasonidos en Medicina) y miembro del Comité Organizador de las World Pain Conferences.
Tengo más de diez años de experiencia con terapias regenerativas que incluyen células madre mesenquimales, plasma rico en plaquetas, factores de crecimiento, transferencias de grasa y ácido hialurónico. Inicié Dolor-drdelgadocidranes.com para difundir el conocimiento y la conciencia.