No existe una interrelación directa entre el estrés y los ganglios linfáticos inflamados, pero aún así, muchos pacientes que sufren estrés crónico se quejan de la presencia de ganglios linfáticos inflamados. El estrés crónico es una propuesta peligrosa, ya que está relacionado con varias enfermedades como el cáncer y la alteración de las funciones vitales del cuerpo, como el sistema inmunológico y el metabolismo . El sistema nervioso está directamente relacionado con las consecuencias del estrés y libera sustancias químicas, como catecolamina y mediadores inflamatorios. Muchos de estos factores son responsables de la promoción del cáncer y muchos son responsables de comprometer el sistema inmunológico. Se debe encontrar la razón exacta, si la hubiera, que explique los informes de ganglios linfáticos inflamados en pacientes con estrés crónico.
El estrés causa diversos cambios en el cuerpo, tanto física como emocionalmente. Hay varias enfermedades que son causadas por el estrés y pueden tratarse simplemente eliminando los factores que causan el estrés. El cuerpo se prepara para luchar contra el estrés, ya sea físico o psicológico, y al hacerlo, realiza diversos cambios en la función fisiológica del cuerpo. Un ejemplo de preparación contra el estrés es la activación del sistema nervioso simpático. A través de diversos mecanismos, el estrés afecta las funciones de la memoria, las funciones inmunológicas, el metabolismo y hace que el cuerpo sea más susceptible a las enfermedades. Los estudios han demostrado que las personas con estrés crónico son más propensas a las enfermedades cardiovascularesen comparación con las personas sin estrés.
¿El estrés puede causar que los ganglios linfáticos se inflamen?
Los ganglios linfáticos inflamados son una condición en la cual los ganglios linfáticos luchan contra las infecciones y se inflaman. Además, las otras afecciones que pueden conducir a la inflamación de los ganglios linfáticos son el cáncer y las enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico.. Por lo tanto, parece que no hay una conexión teórica o médica entre los ganglios linfáticos inflamados y el estrés y, si bien no existe una relación directa entre los dos, pero ciertas investigaciones han concluido que el estrés puede ser un factor predisponente para los ganglios linfáticos inflamados. Esto no es claramente visible porque los ganglios linfáticos inflamados y el estrés no forman una relación directa de causa y efecto. Existe cierta relación porque muchas personas con estrés elevado informan que los ganglios linfáticos están inflamados. La razón de esto se puede describir de la siguiente manera:
- Vulnerabilidad a la infección: las investigaciones han demostrado que el estrés afecta significativamente las diversas funciones del cuerpo, incluido el sistema inmunológico. Los pacientes con estrés crónico tienen sistema inmunológico comprometido. Por lo tanto, estos pacientes son altamente susceptibles a la infección. Por lo tanto, cuando se produce la infección en estos pacientes, los ganglios linfáticos combaten la infección y se inflaman. Cabe señalar que esto puede ocurrir incluso en la infección más leve.
- Percepción: cuando la persona está ansiosa, todo lo que percibe es de naturaleza negativa. Por lo tanto, incluso cuando no hay hinchazón o una inflamación muy leve, ya que diferentes personas tienen diferentes tamaños de ganglios linfáticos, el paciente percibe lo contrario. Esto se debe a la sobre sensibilización en condiciones estresantes.
- Tensión muscular: la ansiedad y el estrés causan tensión muscular en el cuerpo. Muchos pacientes juzgan estos músculos tensos como ganglios linfáticos inflamados.
El nódulo inflamado en estas condiciones debe ser analizado por un profesional médico para examinar adecuadamente la causa de cualquier ganglio linfático inflamado.
Si la ansiedad es la causa subyacente de la inflamación real de los ganglios linfáticos o la inflamación percibida, el paciente debe usar varios métodos para mantener la ansiedad bajo control.
Conclusión
El estrés no causa ganglios linfáticos inflamados. Parece teóricamente correcto, ya que no hay relación entre el ganglio linfático inflamado y el estrés. Sin embargo, el estrés puede ser un factor predisponente que puede conducir indirectamente a una inflamación real o percibida. Los estudios concluyeron que el estrés puede comprometer el sistema inmunológico y, por lo tanto, la infección ocurre en estos pacientes. Los ganglios linfáticos luchan contra estas infecciones y en el proceso se inflaman. Esta es la hinchazón real. Sin embargo, el estrés también promueve la inflamación percibida, es decir, el paciente estresante siempre mira el lado negativo y puede percibir un ganglio linfático perfecto como inflamado. Además, el tono muscular aumenta en el estrés y el paciente puede percibirlo como una inflamación.
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