La hipertensión pulmonar (HP), también conocida como hipertensión arterial pulmonar (HAP), es una enfermedad grave y progresiva en la que existe una presión arterial elevada en las arterias que abastecen a los pulmones. El flujo de sangre desde el corazón a los pulmones se interrumpe debido a la constricción en los vasos sanguíneos que causa un aumento de la presión arterial pulmonar, lo que aumenta la carga de trabajo en los músculos del corazón y, finalmente, conduce a la debilidad de los músculos del corazón.
La hipertensión pulmonar puede ser idiopática, así como otras causas secundarias, como enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide y el LES , enfermedades del tejido conectivo ( esclerodermia , síndrome de CREST , lupus).), enfermedades hepáticas, cardiopatías congénitas (defectos del tabique auricular y ventricular), anemia de células falciformes, infección por VIH y esquistosomiasis (infección parasitaria). También puede ser causada por las píldoras de dieta (como fenfluramina y dexfenfluramina) y las drogas recreativas también. También puede ser causada por diversas afecciones pulmonares, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el enfisema, la fibrosis pulmonar (enfermedades pulmonares intersticiales) y la apnea del sueño. Además, puede deberse a trastornos de la coagulación, como la embolia pulmonar. La insuficiencia cardíaca, la enfermedad de la válvula mitral y la presión arterial elevada sistémica crónica también conducen a la hipertensión pulmonar. Además, las causas de la hipertensión pulmonar incluyen policitemia vera, trombocitemia, enfermedades de la tiroides, enfermedad por almacenamiento de glucógeno, sarcoidosis, vasculitis, enfermedades renales y tumores.
Los síntomas comunes de la hipertensión pulmonar incluyen fatiga, dificultad para respirar, mareos, respiración rápida, dificultad para respirar (disnea), dolor de pecho, ansiedad, hinchazón de las extremidades inferiores, taquicardia, distensión de la vena yugular, ascitis (acumulación de líquido en el abdomen) Las palizas de los dedos y en casos severos también pueden conducir a insuficiencia cardíaca.
¿Cómo tratar la hipertensión pulmonar naturalmente?
Los diversos remedios naturales no necesariamente tratan la hipertensión pulmonar, sino que solo ayudan al buen funcionamiento del corazón y mantienen una buena calidad de vida. Una persona que toma terapias naturales debe consultar con sus médicos antes de iniciarlas. Los diversos remedios naturales que se toman para la hipertensión pulmonar incluyen la coenzima Q10 (CoQ10) que ayuda a disminuir la presión arterial. Sin embargo, está contraindicado en pacientes que toman anticoagulantes. La L-carnitina ayuda a la salud del corazón y mejora la resistencia; sin embargo, está contraindicado en pacientes que toman suplementos de tiroides y anticoagulantes. El potasio ayuda en la contracción del corazón, el magnesio ayuda en la eficiencia del corazón; sin embargo, se debe consultar al médico antes de tomarlos. La vitamina C y la vitamina E son antioxidantes, lo que aumenta la inmunidad y protege el corazón. Adicionalmente,
Hay varias hierbas que se pueden tomar en forma de cápsulas, polvos, extractos, tés y tinturas. Existe una falta de investigación sustancial sobre su efectividad para la hipertensión pulmonar, por lo que siempre se debe consultar a un médico cuando los tome. El espino se promociona para reducir los síntomas de insuficiencia cardíaca, el ajo ayuda a disminuir la presión arterial, el tilo y el romero pueden ayudar a eliminar el exceso de líquido del cuerpo y danshen dilata los vasos sanguíneos.
Los medicamentos homeopáticos también son útiles para la hipertensión pulmonar cuando se toman junto con los medicamentos convencionales para la hipertensión pulmonar. La acupuntura también se está volviendo popular y puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea.
Además de estos medicamentos, se recomienda la modificación del estilo de vida con alimentos y ejercicio, como comer alimentos que se digieren fácilmente, evitar la leche y los productos lácteos, café, alcohol, estrés, dejar de fumar. El control del peso también es necesario para un funcionamiento óptimo del corazón. También se recomienda hacer ejercicio a diario y mantenerse en forma, pero evite los ejercicios agotadores que podrían causar un aumento o disminución agudo de la presión arterial. Los médicos también aconsejan descansar, dormir bien y, antes de viajar o ir a grandes alturas, se debe consultar a un médico.
El yoga es un gran ejercicio para los pacientes con hipertensión pulmonar, que también ayuda a mantener a una persona sana. Se pueden incorporar varios ejercicios de respiración o pranayama en el régimen de ejercicio, como anulom-vilom y kapalbhati. Además de los ejercicios de respiración, las asanas de yoga y la meditación también se pueden incorporar para la relajación y el alivio del estrés.
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Soy un Neuroanestesiólogo y Especialista en el Tratamiento del Dolor. Me otorgaron el Premio Nacional de Medicina 2018. Soy CEO y fundador de la Unidad Internacional del Dolor de Madrid y editor de Journal Pain Management and Therapy. También es asesor y crítico del AIUM (Instituto Estadounidense de Ultrasonidos en Medicina) y miembro del Comité Organizador de las World Pain Conferences.
Tengo más de diez años de experiencia con terapias regenerativas que incluyen células madre mesenquimales, plasma rico en plaquetas, factores de crecimiento, transferencias de grasa y ácido hialurónico. Inicié Dolor-drdelgadocidranes.com para difundir el conocimiento y la conciencia.